La jornada sobre la energía, organizada esta semana pasada por El Mercantil Valenciano y Sabadell CAM, analizó la problemática que sufren algunos de los actores del sector energético. Todos coincidieron en la necesidad de alcanzar un gran pacto de Estado con visión a medio y largo plazo que sirva para rebajar los costes, garantizar la rentabilidad de las distintas fuentes de generación y evitar que el consumidor siga sufriendo en su factura los efectos de un modelo confuso. El debate sirvió para escuchar duros reproches a una reforma energética recientemente lanzada por el Ministerio de Industria que parece no haber contentando a nadie y que, a juicio de algunos de los intervinientes, no soluciona los problemas.

TOMA DE POSESIÓN

Roberto Cámara

Tenemos un sector energético que se ha desarrollado en la última década en base a una planificación del Gobierno que preveía un tremendo crecimiento económico y un incremento importante de la demanda. Se planificaron una serie de infraestructuras de todo tipo, tanto en electricidad como en gas o almacenamiento subterráneo, plantas de regasificación, etc. Lo que ocurre es que ese escenario económico no se produce. Llegamos a una situación como la actual donde los costes del sistema superan con mucho los ingresos. Se genera un déficit muy importante en la parte eléctrica de 26.000 millones de euros.Ese es el gran reto y el gran problema que hay que afrontar, se tenía que haber corregido esa planificación. También se ha apostado muy fuerte por el sector de las renovables, que implican costes para el sistema. Eso es lo que hay resolver. Todos queremos un modelo de futuro que sea razonable, sostenible económicamente, respetuoso con el medio ambiente y que tenga en cuenta que al final todo lo tiene que pagar alguien y que lo lógico es que sea el consumidor. Todo lo que sea incrementar costes al consumidor va en contra de la competitividad tanto de los sectores como del propio país.

Santiago Álvarez

Aquí se primó a las renovables. No sabemos lo que va pasar en el futuro, pero lo que hay que hacer es intentar conseguir un consenso sobre qué política energética queremos a largo plazo; una política energética no se marca en cuatro años. Por ejemplo, en nuestra planta de regasificación transcurrieron seis años desde que se comenzó a tramitar hasta que se puso en marcha. Eso son dos gobiernos distintos. Tiene que haber un consenso de verdad.

Antonio Martín

Nosotros nos dedicamos a la exploración y producción de hidrocarburos, tanto de gas como petróleo. Una de las cosas que arrastramos siempre en nuestro sector es que el concepto de energía y electricidad en España son casi la misma palabra. El debate energético generalmente es el debate eléctrico y el kilovatio se ha convertido en la unidad que manda en la energía en España. El barril y el metro cúbico, las unidades de volumen de hidrocarburos, se tienen menos en cuenta. Eso no quita que gran parte de las preocupaciones sean las mismas. La dependencia energética en España debe ser de las mayores de la Unión Europea, en concreto, en hidrocarburos es total porque importamos el 99,8 % del consumo. Todas esas incertidumbres y la falta de estrategias las sufrimos igual, pero en un sector que está por desarrollarse. Aunque ha habido y hay campos y exploraciones en España, la producción es de 7.000 barriles de petróleo frente al 1.400.000 que se consumen. Primero hay que explorar e investigar y luego producir si acertamos con algunas de las exploraciones en España. En cualquier caso, comparto la inquietud por esta visión a corto plazo que tiene muchas veces la política. Un tema como la energía, la dependencia energética, la seguridad del suministro, el déficit comercial, etcétera ha de tener una visión a medio o largo plazo, equilibrada entre los dos grandes partidos que son potenciales gobernantes a nivel nacional y una visión de Estado.

Fidel Chaparro

Nosotros históricamente hemos invertido en energías renovables, plantas eólicas y solares o termosolares, tenemos inversiones dentro y fuera de España. Debe haber un estabilidad para afrontar inversiones a largo plazo. España también debe ser autosuficiente para ser competitiva, pero estamos en una situación muy complicada. Debemos pensar qué soluciones podemos imaginar y aportar, no va a ser un camino de uno o dos años. Es un tema de muchísimo tiempo. Tenemos grandes desequilibrios en el sistema energético global. Quizás la parte de la energía eléctrica sea la que más se conoce, pero también entiendo que en el tema de hidrocarburos hay cosas que comentar. No sé si los contratos de compra de gas que tenemos nos permiten ser lo suficientemente elásticos.

M. De la Cruz

Si eres un constructor, planificas la casa que vas a construir y en dos o tres la tienes y la vendes. Pero la energía no es así. En Avaesen está representada toda la cadena de valor de la energía, aunque fundamentalmente están más activada en estos tiempos la energía fotovoltaica, la eólica, la biomasa y la eficiencia energética. Son sectores que se han visto muy perjudicados por estas últimas leyes del Gobierno, que lo que hacen directamente es matar a la tecnología fotovoltaica y poner en serias dificultades a la eólica. Además nos parece francamente lamentable que se haga así porque cuando se incentivaba la energía fotovoltaica se hacía para llevar la tecnología a que alcanzara un grado de maduración que la permitiera competir en el mercado. Justo en el momento que hemos conseguido que la fotovoltaica compita en el mercado, es cuando empezamos a ponerle trabas. Al final todo ese esfuerzo que ha hecho la sociedad por conseguir una energía competitiva, estamos a punto de tirarlo al mar sin aprovechar. A la hora de evaluar los costes de la energía no solo hay tener en cuenta el precio en el «pool», que también es importante, sino también aquella energía que se produce justo al lado del punto de consumo debería contar con apoyo por la eficiencia que pueda traer en cuanto a menores costes de transporte o menor impacto ambiental. Nos hemos encontrado con la realidad de que este Ministerio de Industria está pensando en la línea equivocada. No está incentivando este tipo de energías, o por los menos sumarse al carro de lo que se venía haciendo. Si todos cerramos los ojos y pensamos en el futuro de la energía, las renovables y la eficiencia energética han de tener un protagonismo fundamental. Y creo que estamos yendo en la dirección contraria al resto de los países del mundo civilizado.

LA REFORMA ELÉCTRICA

M. De la Cruz

El único planteamiento de la reforma eléctrica es atajar un problema (el déficit de tarifa) en el que tampoco estamos de acuerdo en sus bases. Lo que se pretende es eliminar unos costes extraordinarios del sistema que se pretenden cargar fundamentalmente en las espaldas del eslabón más débil, que son las energías renovables.

Fidel Chaparro

Hay datos que son realmente espeluznantes y significativos. Tampoco se trata de centrar el debate en las energías renovables. Pero está en la mentalidad colectiva que las energías renovables son las culpables de todo esto. Sin embargo, aquí se partió de una situación en la que quizás se retribuía demasiado el kilovatio de energía fotovoltaica. Eso justificó unos costes demasiado altos en la construcción de las plantas. Hace seis años se llegó a construir a ocho euros vatio-pico. Hoy en día en el mundo se están haciendo por un euro. Si le metemos la inflación estamos diciendo que se hacen por la décima parte que hace siete u ocho años. Este desajuste no tiene sentido. Ahora que la energía fotovoltaica es competitiva y que puede ser una alternativa sobretodo en el autoconsumo se dice que no es la solución. Hay una palabra que se han inventado que es el peaje de respaldo, que es muy controvertido. El término no está aprobado, pero si se aprueba tal como se propuso, mata el autoconsumo. Todo este esfuerzo que se hizo para bajar de diez a uno el precio de la energía fotovoltaica se perdería. En España además tenemos un problema grave, y es que casi tenemos el doble de capacidad de generación que la demanda punta de energía. El modelo econométrico que se usaba hace muchos años era que el crecimiento de la demanda energética era uno o dos puntos por encima del crecimiento del PIB. Eso está cambiando con la eficiencia energética. El modelo social al que vamos, con un sector terciario que manda más que el sector industrial, nos lleva a menor demanda. Nuestra sobrecapacidad de generación de energía eléctrica es un tema que habrá que digerir durante mucho tiempo. Para eso hace falta un marco legal estable y un pacto de Estado. Mientras tanto es complicado invertir. Mi consejo de administración tiene claro que en España en estos momentos no se invierte en energía. Sin embargo estamos invirtiendo en América, en Canadá, Estados Unidos o Brasil. Nosotros tenemos el parque eólico más grande de Brasil.

Antonio Martín

En cuanto a inversiones, el negocio de exploración es muy intensivo en capital. Se basa en tener éxito en poco tiempo, es una cuestión estadística. Has de tener un volumen de trabajo que te permita afrontar esos desembolsos económicos. El retorno tiene que venir del éxito, y trabajas con un 15 % o 20 % de probabilidad de éxito exploratorio. Cairn acaba de empezar una perforación en Marruecos. Luego en Senegal. También tenemos activos en Groenlandia, Irlanda o Mauritania. Hace años tuvimos unos descubrimientos en la India. El 40 % de los hidrocarburos que se consumen en dicho país hoy en día vienen de los descubrimientos realizados por Cairn. Al hilo de eso se va monetizando parte de la inversión y recuperas devolviendo a los inversores parte de lo puesto y teniendo un músculo financiero saneado. Cairn es una empresa sin deuda, que es lo que te permite acometer exploraciones como las de Groenlandia o, esperemos, las de Valencia. En España, en concreeto, existe un régimen de concesión y se paga el 35 % del Impuesto de Sociedades. Desde el punto de vista fiscal hay tantos modelos como países. Los países más maduros, con más reservas y producción, como Libia, Egipto o Argelia sí tienen empresas nacionales que son socias de por sí en cualquier investigación, los contratos son más duros. En España están pensados para fomentar la exploración, que al final resulta atractiva desde ese punto de vista. Entre que hay bastante por explorar y que el contexto fiscal es atractivo, en los últimos dos o tres años hay una especie de ola de solicitudes y permisos que si las administraciones reaccionaran, puede llevar a una oportunidad interesante desde el punto de vista de volumen de trabajo, de inversiones, empleo, etc. España es un país poco explorado. Y aunque la geología es complicada, hay nuevas tecnologías, nuevas ideas de los profesionales que funcionan en otros sitios. Todo el arco norte mediterráneo geológicamente es parecido. España es ahora mismo uno de los países más interesantes desde el punto de vista técnico o geológico para explorar. Sin embargo no creo que haya petróleo barato en el futuro, porque cada vez la exploración y extracción cada ves es más complicada.

LA CHIMENEA DE SAGGAS

Santiago Álvarez

Nosotros somos unos mandados. Seguimos las instrucciones que nos dan nuestros usuarios. El gas nos viene en barcos que son propiedad del que va usar la planta. Nosotros le damos ese servicio de regasificación. Y finalmente nuestro cliente es el que decide si vende ese gas a consumidores finales: industrias, hogares, ciclos combinados, etc. Sobre el gas que se quema hay que distinguir dos situaciones distintas. Nosotros hemos tenido operaciones de recarga de gas natural licuado en barcos a partir de marzo, motivadas porque los usuarios de ese gas, una vez descargado en la planta, les autorizaban a que volviera a salir de allí en barcos hacia otros mercados. Cuando se trata de este tipo de operación, se quema gas en la antorcha, que corre a cuenta del cliente que ha encargado la carga, del propietario del gas. En una operación que no sea de carga, sino que la instalación, por el motivo que sea, no produce y necesita quemar gas, ese gas corre a costa del sistema, de todos los usuarios. Es verdad que es de un señor, pero es un gas que asume el sistema y al final lo pagamos entre todos. Hemos visto que desde hace un par de años la logística de aprovisionamiento de gas en España ha cambiado. Un país se aprovisiona de este producto de dos maneras, o por gasoducto o por barco en estado líquido. Desde hace dos años hemos visto que el peso del gas que está entrando por gasoducto a través de las conducciones internacionales está subiendo. Históricamente, antes de 2011 la mayor fuente de aprovisionamiento era líquido, por barco. El 70 % entraba por vía marítima y el 30 % restante por gasoducto. Este año, en septiembre la proporción ya era 50/50. Creemos que esa es la causa de que las plantas estén cayendo en su funcionamiento, además de que la demanda de gas en España ha caído. Llevamos desde 2009 con descensos muy pronunciados en la demanda. El porcentaje de utilización de los ciclos combinados este año en horas es del 14 %. En su día estuvimos en el 45 %. Parte de la culpa de esto la tiene la crisis, pero otra parte yo creo que es la mayor aportación de las energías renovables y también la aportación del carbón a la generación. Este año la participación en el «mix» del carbón ha subido diez puntos. Es verdad lo que se comentaba de la evolución de la demanda y PIB pero también es verdad que el modelo de generación ha cambiado mucho.

COSTES DEL SISTEMA EXCEDENTARIO

Fidel Chaparro

Tenemos una energía que nos sale cara. Tenemos un coste del kilovatio por encima de la media europea. Hay ciclos combinados construidos que no están funcionando. Otros defienden la fotovoltaica y tampoco, otros la convencional y tampoco. Tenemos que empezar a cambiar poco a poco.

M. de la Cruz

Se ha pedido en diversa ocasiones que se haga una auditoría real de los costes de la energía, de la parte correspondiente a la generación. Todos estamos en que el coste energético es tanto, y ese tanto se fija en una forma de cálculo ideada hace diez años que tampoco se ha revisado. Ni siquiera se sabe en profundidad cuál es la base de reparto de esas retribuciones. Se ha solicitado que se elabore una auditoría que permita conocer realmente cuánto cuesta el sistema eléctrico, pero ningún grupo parlamentario ha apoyado esa moción. Eso algo que resulota sorprendente, por que se piden auditorías para cualquier cosa. Tenemos una energía cara pero habría que ver cómo se están repartiendo esos costes. Habría que saber si la parte de generación está recibiendo un sobreprecio contra sus costes razonables de amortización. A día de hoy estamos pagando aún costes de transición a la competencia o de la moratoria nuclear. Se estableció un tope de 8.500 millones para la moratoria nuclear en 1996, en 2005 se revisó y estos señores ya habían cobrado más de 12.000 millones de euros y aún seguimos pagando. Con respecto a si la fotovoltaica participa mucho o poco en el déficit de tarifa, me gustaría decir que en 2005 el déficit de tarifa reconocido era 3.500 millones de euros, cundo apenas había fotovoltaica en el sistema. Ya existía ese problema en 2005. Estamos todos hablando de lo nuestro y escondiendo nuestras vergüenzas, pero esto pasa por hacer una auditoría real.

Roberto Cámara

Efectivamente España podría ser un punto de tránsito fantástico para Europa tanto de gas como de electricidad, pero desgraciadamente todavía faltan infraestructuras potentes de interconexión con el resto de Europa. Al final lo que le vendría bien a España como país es que hubiera un mercado europeo. Las grandes interconexiones con Francia están por desarrollar y no hay un calendario claro. Respecto al «mix» energético, yo tengo que defender lo mío y lo que no se puede permitir es que este país tenga las centrales de ciclo combinado paradas. Todos sabemos porqué están paradas. Os quiero poner un ejemplo que conozco bien que es el tema regulatorio en distribución de gas. La demanda de gas convencional en España no ha disminuido en los últimos años. Y ha sido porque todos los distribuidores hemos hecho un esfuerzo inversor importante por extender nuevas redes y captar más clientes que compensaran los que se ha ido perdiendo, o mantener el grado de consumo. La distribución tiene unos problemas que no tiene el resto de sector y es que nosotros sí competimos con todo el mundo, con la electricidad, con el butano, con el gasóleo, con el fuel. Y en todos los segmentos, tanto el industrial como el doméstico. La fórmula que hay de retribución es que el distribuidor puede construir redes donde quiera, pero sus ingresos vendrán solo si se conectan clientes de consumo. Eso quiere decir que nuestro sistema de distribución está equilibrado. Nosotros invertimos pero generamos ingresos. Esta fórmula se ha demostrado compatible y entendemos que hay que potenciarla. Es buena para todos los sectores, no va en contra de nadie, pero hay que decir que detrás de la renovable necesitamos convencional, porque hoy por hoy no es sostenible. El sol está ahí, pero también se nubla de vez en cuando y a veces no hay viento.

Antonio Martín

Como conclusión diría que todo confluye en lo mismo. Es necesario un plan energético que tenga a medio y largo plazo unos acuerdos, una regulación estable y una seguridad jurídica y administrativa. Quizás sería conveniente tener en cuenta cómo imbrica todo esto en nuestro modelo de Estado, tanto a nivel nacional como respecto a las visiones de las comunidades autónomas. Habría que analizar cómo participan las administraciones y qué grado de complejidad deberían tener los procedimientos administrativos para que todo el mundo tenga opinión, pero que tampoco nos ahoguemos en ellas. No se puede pasar de un extremo a otro. Otro aspecto reseñable es que todas las actividades industriales que la gente percibe como un riesgo, aunque sea pequeño, nunca se miran como una oportunidad de desarrollo económico. Los hidrocarburos es de los pocos «commodities» que son capaces de transformar una sociedad, y esto los españoles no lo conocen. Brasil ha tenido un crecimiento espectacular y ahí hay un montón de explicaciones que tienen que ver con el uso de los recursos naturales. En todo el mundo se juega la partida de desarrollar los recursos propios, una oportunidad que en España también existe y no la podemos perder. Hay que explicarla bien.