El gobierno bipartito de Cullera (PSPV y Compromís) aprobó el martes su primer presupuesto de la legislatura. El ejecutivo local defendió que las cuentas para 2016 son las más sociales de la historia reciente de Cullera al destinar 1,3 millones a ayudar a los vecinos con menos recursos, frente a los 838.000 euros del presupuesto anterior. Este argumento no convenció a los grupos de la oposición, que criticaron el gasto en cargos políticos y asesores y el aumento del IBI.
El presupuesto suma 27,2 millones de gastos e ingresos. Estas cifras son un tanto superiores a los 26,6 millones del presupuesto anterior. Por lo que respecta al plan de ajuste, a finales de este año la deuda a largo plazo de Cullera se habrá reducido hasta los 32,2 millones. No obstante, el portavoz del PP, Manuel López, lamentó que las cuentas municipales no asuman los 4 millones de déficit que se arrastra de la liquidación de 2014 y calificó de «excesivos» los salarios de los asesores. Tan solo PSPV y Compromís votaron a favor del nuevo presupuesto; el PP y Ciudadanos votaron en contra y Gent per Cullera se abstuvo.
Por su parte, Ciudadanos criticó que los complementos salariales que cobran los funcionarios son elevados y el portavoz de esta formación, José Palacios, acusó al gobierno local de «comprar voluntades en vez de gestionar». Así, solicitó una mayor inversión en gasto social y la eliminación de algunas tasas. Pero desde el gobierno local explicaron que los complementos salariales vienen impuestos por ley y no se pueden modificar y, por otro lado, se ha subido el apartado de gratificaciones y productividad para aumentar los refuerzos de la Policía Local en verano y el horario de los profesores de la escuela de adultos.
El edil de Hacienda, Juan Vicente Armengot, defendió que estas cuentas fomentan el gasto social, el empleo y la educación. Además, asumen deudas pendientes que dejó el PP y que cifran en 5,2 millones, como facturas impagadas a la empresa concesionaria de la basura y deudas pendientes con la diputación.
El gobierno local también insistió en que se ha reducido la partida dedicada a los salarios de los órganos de gobierno (concejales y asesores), pero Gent per Cullera sigue opinando que es innecesaria la contratación de cargos de confianza. Desde esta formación también pronosticaron que el aumento del IBI generara nuevos impagos de vecinos que no podrán hacer frente a este impuesto.
