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Las montañas de la Ribera acumulan el doble de biomasa que hace 40 años

El abandono de los usos tradicionales de la madera y la falta de medidas preventivas provocan mayor «suciedad» de los montes y más peligro de incendio

Las montañas de la Ribera acumulan el doble de biomasa que hace 40 años

El devastador incendio que afectó a los términos ribereños de Carcaixent y Alzira cogió desprevenida a mucha gente pero no a algunos expertos que conocen la montaña al dedillo. De hecho, existen informaciones en blogs especializados que auguraban un desastre natural como el acaecido la pasada semana. La razón no es otra que la importante biomasa presente en las montañas y la falta de atención que se ha destinado a las zonas forestales en las últimas décadas. Según el ingeniero forestal y gerente de la innovadora empresa de Carcaixent Medi XXI, Ferran Dalmau, existía en las montañas de Carcaixent justo antes del incendio el doble de biomasa (de restos naturales) que hace cuarenta años.

«La vegetación acumulada y el abandono del mundo rural, además de la falta de gestión forestal, se han unido. Existía un nivel de biomasa excesiva en las montañas, el doble que hace cuarenta años. La biomasa es energía acumulada del sol y por eso el incendio ha sido también tan devastador», arguyó Dalmau, responsable de una compañía que permitió que se salvara la urbanización Santa Marina de Carcaixent gracias a un sistema de aspersores repartidos por todo el perímetro de viviendas. El ingeniero ribereño consideró ayer que, durante décadas, el territorio de Carcaixent (y de muchos otros municipios de la Ribera) disponían de una extensa red de hornos de cal «que se empleaban para obtener el preciado material que servía para blanquear fachadas, entre otros usos, y consumían cantidades muy importantes de leña. Esto, unido a que la calefacción era de leña y que había una intensa vida agroforestal o incluso se usaba la madera como material constructivo implicaba que la carga de combustible (cantidad de vegetación acumulada) fue mucho menor en las montañas».

Pero en las últimas décadas se ha producido un abandono de los usos tradicionales, con la implementación de los combustibles fósiles, materiales plásticos para los muebles, pinturas plásticas o el uso de nuevos materiales de construcción «en detrimento de la madera, lo que ha hecho que poco a poco las montañas estén abandonadas o como mucha gente dice 'sucias'», expuso el especialista de Carcaixent. Estas eran algunas de las razones que le llevaron a afirmar hace unos meses a través de su blog que la montaña carcagentina se quemaría pronto o tarde. Según los especialistas, la retirada de la biomasa forestal permite reducir el riesgo de incendios en un 70% y, además, es útil para extinguir con mayor rapidez y eficacia un fuego.

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