Alginet abrazó esta semana a dos de sus vecinos más insignes con un nombramiento como hijos predilectos que les hace entrar en la historia de la localidad. El salón de actos del ayuntamiento se quedó pequeño para el acto de reconocimiento de Vicent Simbor Roig y Josep Lozano Lerma, con cerca de cien personas entre autoridades, familiares y amigos. El alcalde, Jesús Boluda, abrió el acto mostrando el orgullo al poder distinguir como hijos predilectos bajo su gobierno a Simbor y Lozano. Incluso argumentó que quiere se recordado como el alcalde del reconocimiento, «mi obra más importante», dijo. El alcalde también pidió a los nuevos hijos predilectos que allá donde vayan «digan siempre que son hijos predilectos del pueblo de Alginet».

El escritor Josep Lozano se mostró orgulloso de sus raíces, identificadas por sus apellidos, muy presentes en Alginet. «Los Lerma de Alginet ya somos cuatro generaciones y todos somos familia. Un apellido de panaderos y molineros. En cuanto a mi apellido paterno, Lozano, sé que existía en Alginet en 1602. En mi linaje también hay genes de Bosch, de los Palau y de Espert. Lo digo para explicar que mis raíces con Alginet ya cuentan con algunas generaciones, cosa que para mí es importante».

Por su parte, Vicent Simbor recordó su niñez en el pueblo, los primeros estudios con el maestro Salvador Canet y el descubrimiento de la biblioteca municipal. Simbor confesó ante todos que siempre «he estado al servicio de la colaboración que me ha pedido el ayuntamiento, haya sido del signo político que haya sido, nunca he dicho que no y nunca he dudado. Al único que nunca diría que no, y siempre lo he pensado así, es a mi pueblo». El catedrático confesó que aunque muchos años de su vida han pasado fuera del pueblo «nunca he dudado que soy alginetino, nunca me he sentido hijo de otro lugar. Siempre, cuando entro al pueblo pienso, 'bien, ya estoy en casa'». Simbor dejó la anécdota simpática del acto al recordar sus experiencias en el mundo de la agricultura. Cerró su intervención destacando que este reconocimiento es «el premio más especial que se me ha concedido. Ningún otro creo que me pueda producir nunca una emoción comparable. Es el reconocimiento de mi pueblo».

Para cerrar el acto, el regidor de Cultura, Vicent Gaya, manifestó «el agradecimiento y el aprecio a su aportación humana e intelectual, destacando su contribución magnífica a la lucha de tantos y tantas valencianas que apuestan por el valenciano. Ellos han puesto un punto luminoso para nuestra lengua que hoy en día todavía se encuentra amenazada».