El Ayuntamiento de Gandia ha finalizado las obras de construcción de 72 nuevos nichos en el cementerio municipal. Con esa actuación, el Gobierno local pone punto y final a uno de lo problemas que más preocupaban a los vecinos, la falta de espacio en el cementerio. Y es que en los últimos meses se había constatado que quedaban pocas casetas libres, por lo que se tuvo que actuar de forma urgente.

Desde el Ejecutivo emitieron ayer un comunicado en el que criticaron que esta obra la hubiera tenido que realizar el anterior Gobierno local, del PP, pero que, pese a ello, «no dejó no presupuesto».

Desde el departamento que dirige Miguel Ángel Picornell defienden que, pese a los problemas económicos que azotan las arcas municipales gandienses, «el actual equipo de gobierno se sensibilizó desde el primer momento de la necesidad de dotar este servicio básico para la ciudadanía».

En el cementerio municipal de Gandia yacen los restos mortales de más de 39.000 personas. Los enterramientos más antiguos datan de los años 20.

La falta de espacio en el cementerio municipal no era un problema exclusivo de Gandia en la comarca. Precisamente esta misma semana, el Ayuntamiento de Tavernes anunciaba el inicio de las obras para la construcción de 99 nuevas casetas, de ellas, 64 nichos para ataúdes y 35 columbarios para quienes quieran depositar las cenizas de sus seres queridos incinerados.

El año pasado Tavernes inauguró también el llamado Jardín de la Memoria, un espacio donde se pueden esparcir también las cenizas y que sirve además de osario.

El ayuntamiento vallero logra poner solución temporal a la falta de espacio pero la definitiva no llegará hasta que no se desarrolle el proyecto para la ampliación del camposanto, prevista en un solar anexo al actual.

También Benifairó de la Valldigna sufre falta de espacio en el cementerio. Este municipio precisa de la construcción de uno nuevo ante la imposibilidad de ampliar el actual. Actualmente se construyen nuevos nichos.