«Populista» es una de las calificaciones despectivas que los partidos políticos españoles suelen arrojar contra sus adversarios. Sin embargo, en América Latina se definieron así «las propuestas de carácter redistributivo, que se ocupaban de los sectores de la población más vulnerables y trataban de mejorar sus condiciones de vida», explicó ayer el profesor de Historia Contemporánea de la Universitat de València (UV) Joan del Alcàzar. «Pero históricamente han fracasado por falta de ingresos fiscales», argumentó quien fue director de la Universitat d'Estiu de Gandia (UEG), que participó en el curso «Miradas sobre el populismo».

El curso, coordinado por Roberto Viciano, profesor de derecho Constitucional de la UV, ha pretendido realizar «un análisis teórico y otro más descriptivo de todas las manifestaciones de populismo que hay en el mundo». Porque también se habla de populismo en Europa y en los Estados Unidos.

Pero, ¿quién es populista y quién no? «Es difícil encontrar una definición consensuada, pero lo identificamos de inmediato», dijo del Alcàzar, «sobre todo en quien lanza mensajes como 'todos los partidos son corruptos'». Es la llamada «política de la antipolítica», que en España, por diversas razones, no ha triunfado tanto como en el resto de Europa.

«Es una pandemia, está por todas partes». «Se dirigen al público diciendo lo que la gente quiere oír, para enaltecer lo que es propio y denigrar al contrario», agregó del Alcàzar. Viciano puso otro ejemplo: «anunciar que se van a bajar los impuestos y no hacerlo al llegar al poder es populismo, como hizo el PP, y también lo son expresiones como 'los de arriba y los de abajo' que utiliza Podemos».

Viciano, que ha sido asesor de varios gobiernos latinoamericanos, lamentó la situación que atraviesa Venezuela. «Nicolás Maduro no ha heredado la inteligencia política de Hugo Chávez y se está produciendo una deriva antidemocrática muy peligrosa».