El nuevo novio de la joven asesinada supuestamente por su expareja en el Cabanyal explicó ayer en el juicio que el acusado no paraba de acosarla. El testigo precisó que en una tarde podía telefonearla cinco o seis veces y le agobiaba con mensajes porque quería retomar la relación. El joven apuntó al jurado que animó sin éxito a su novia a que denunciara el acoso ante la policía porque el procesado no aceptaba su rechazo. «Empar tenía miedo de bajar a la calle porque le pareció verlo. Estaba muy agobiada. Tenía mucho miedo de que le pasara algo grave», lamentó.

El acusado, que está en prisión preventiva, confesó el primer día de juicio que asesinó a la joven «en un momento de locura». El procesado aseguró que no pudo superar la ruptura sentimental y que su obcecación aumentó cuando se enteró de que la joven había iniciado una nueva relación sentimental.

Los hechos ocurrieron el 27 de noviembre de 2013 junto a la estación de Renfe del Cabanyal. El homicida confeso había salido durante siete años con la joven. La pareja rompió en agosto y ella inició una nueva relación sentimental. El procesado supuestamente asestó a su expareja 26 puñaladas con un cuchillo de 17 centímetros de hoja que había comprado dos días antes.

Un ciudadano que vio parte de la agresión logró detener al acusado tras perseguirlo por la avenida Blasco Ibáñez. El hombre, que compareció como testigo, señaló al tribunal del jurado que el imputado tiró el cuchillo al suelo y al principio se resistió. «Yo pensaba que la estaba pegando, pero cuando volví al lugar de los hechos la policía me dijo que había muerto», lamentó el testigo.

Otro ciudadano que presenció a escasos metros la agresión manifestó al tribunal que el procesado paró a la chica con la excusa de que tenía que darle un regalo y después le sacó un cuchillo.

Un compañero de piso del procesado indicó que «se le veía triste por la rotura con su novia, pero nada fuera de lo normal. Nunca me dijo si estaba o había estado en tratamiento psicológico». La Fiscalía y la acusación particular, que ejerce la familia de la víctima, reclaman que el procesado cumpla 25 años de prisión. La vista continúa hoy con la declaración de más testigos.