La policía federal de México, en coordinación con la policía estatal especializada en secuestros, estrecha el cerco a los presuntos secuestradores de la valenciana Pilar Garrido, quien permanece en paradero desconocido desde el pasado 2 de julio. Según informó ayer el fiscal del estado mexicano de Tamaulipas, donde se produjo el secuestro, gracias al testimonio del marido de la víctima los agentes cuentan con un retrato de uno de los presuntos captores.

Respecto a la posible implicación del marido de la valenciana, único testigo del asalto cuando la familia -con un bebé de apenas un año- regresaba de pasar un fin de semana en la playa de La Pesca, el fiscal Irving Barrios se mostró tajante al afirmar que no hay ningún indicio que le incrimine como «probable responsable». De hecho, indicó que Jorge G. F., con doble nacionalidad española y mexicana, está colaborando en todo momento en la investigación como denunciante.

El marido denunció los hechos al día siguiente del secuestro ante la policía estatal en Ciudad Victoria, municipio mexicano donde reside el matrimonio desde hace tres años. El denunciante trabaja como instructor en materia de seguridad de la policía federal, hecho que conocía este periódico desde el primer momento pero del que no se informó por expreso deseo de la familia al considerar que podía ser perjudicial para el devenir de los acontecimientos.

La policía registró exhaustivamente el vehículo, modelo Honda Civic, en el que circulaba la familia cuando presuntamente fueron asaltados en una carretera secundaria próxima a la localidad de Soto la Marina. «Se revisaron las pruebas periciales y no se encontró rastro hemático alguno», subrayó el responsable de la Procuraduría General de Justicia.

Según el relato del marido, en torno a las seis de la tarde del 2 de julio, cuando regresaban a casa por dicha carretera, se percató a través del retrovisor de que un vehículo los seguía y le daba indicaciones para que parara. Al creer ver una pistola y temiendo por la integridad de su hijo, que iba en el asiento de detrás, el hombre optó por detener el coche en el arcén. Fue entonces cuando dos o tres hombres armados -las versiones difieren según la denuncia de la familia en España y la interpuesta en México- le instan a bajar del coche.

«La intención inicial era la de robar el coche», recuerda Barrios. No obstante, finalmente los asaltantes deciden llevarse por la fuerza a la mujer y encañonan en el pecho a Jorge G. para que no se interponga. Desde entonces las autoridades del país mexicano han realizado hasta seis operativos de búsqueda por tierra y aire en cinco zonas de los municipios de Soto la Marina y Abasolo, aunque sin obtener resultados. Los presuntos captores todavía no han pedido rescate alguno.