Tras una etapa de oscurantismo en la gestión de las campañas citrícolas en lo referente a dar información sobre la previsión de producción, la nueva consellera de Agricultura ha recuperado un servicio de estudios que fue un referente en épocas anteriores y que la consellera Maritina Hernández marginó sin lógica. La transparencia en la información citrícola se truncó en una reunión sectorial el pasado 10 de septiembre de 2009 cuando varias organizaciones reunidas con Hernández se postularon rápidamente a favor de las argumentaciones de la administración agraria para no difundir los aforos tal y como se venía haciendo hasta esa fecha. Básicamente sus argumentos era no dar información a la gran distribución y a nuestros competidores con la finalidad de que no pudiesen presionar a la baja los precios al agricultor ¡Ignorantes! Eso fue en el año 2009, por tanto, con la perspectiva de seis años queda más que claro que esa decisión fue un fracaso tal y como nosotros anunciamos oponiéndonos a la opacidad, porque los precios han caído en picado para el citricultor y sólo ha servido para lo que realmente se quería: que los agricultores no tuviesen información de la producción y así el comercio citrícola presionar con falsos rumores de un exceso de producción. Esto sí que ha sido un éxito del que deberían avergonzarse las organizaciones que en aquella reunión le dieron la bendición a los postulados de la conselleria de Agriculturadel momento.

El cambio de rumbo con la recuperación de un gran funcionario como José Antonio Franco al frente de las estadísticas agrarias es un claro acierto para que los agricultores conozcan la estructura varietal y puedan tomar decisiones de todo, desde cuándo vender hasta qué variedades plantar en función de la producción que dispone el sector. Pero desde La Unió queremos ir más allá en la transparencia y por ello recordamos que está en vigor la Ley para la mejora del funcionamiento de la cadena alimentaria en la que se obliga a unas transacciones comerciales documentadas mediante un contrato entre el comprador y vendedor.

La Unió estará vigilante para exigir este documento que dota al agricultor de una garantía jurídica importante ante cualquier incumplimiento unilateral de lo pactado, así como que no se sobrepase el plazo legal de pago establecido en la Ley de Morosidad para los productos perecederos. Nuestra organización agraria denunciará ante la Agencia de Información y Control Alimentario (AICA) cualquier incumplimiento de la Ley, ya sea por no utilizar contratos o por no pagar en tiempo y forma la cosecha al citricultor y por ello, en nuestro afán de defensa al agricultor ponemos a disposición de ellos un correo electrónico alerta@launio.org y un teléfono, 960 001 247, donde los citricultores que sufran abusos pueden trasladar todos los incumplimientos de la legislación para que los traslademos a la AICA con objeto de que investigue y sancione los comportamientos abusivos. Buena campaña a todos y todas.

Secretario General de la Unió de Llaurados