Arte y política consuman un secular y singular matrimonio en el que, siendo de muy distinta naturaleza, parece no saben vivir el uno sin la otra. Ahora estamos asistiendo a un nuevo periodo floreciente en el que se pasean de la mano como en sus mejores tiempos, aunque la verdad sea dicha, es una relación demasiadas veces de pura conveniencia. Pero toda regla tiene su excepción y la exposición El incendio y la palabra de Mery Sales (Valencia, 1970) constituye un magnífico ejemplo de comunión comprometida entre imagen y palabra, entre pensamiento y pintura, entre tradición y actualidad. La Estética est-ética y la belleza está muerta si no vive con el pulso de la vida.
Ya el título nos pone sobre aviso en otra relación mucho más estructural y profunda: ut pictura poiesis, aserto atribuido a Horacio en el que establece su identificación formulada generalmente como La pintura es poesía muda, la poesía es pintura hablada. Identificación que se basa en la potencia del hacer; de la razón poética hecha acción en el caso de Hannah Arendt, de la pintura razonada y vivida en el caso de M. Sales, en ambos casos, es precisamente su compromiso personal lo que les confiere esa común dimensión política a sus respectivos trabajos, a sus diferentes y convergentes obras.
Antes de analizar someramente el cuidado montaje expositivo realizado en la sala Martínez Guerricabeitia, es de justicia señalar la figura de Jesús M.G., un empresario comprometido con la sociedad y con el arte contemporáneo, tristemente fallecido el pasado mes de septiembre; su legado constituye un feliz ejemplo que ojalá cundiera en una sociedad donde la cultura suele asociarse a entretenimiento y espectáculo. Mery Sales, profunda conocedora y admiradora del pensamiento y la actitud de Hannah Arendt, ha realizado un sólido trabajo de investigación plástica que ha tomado cuerpo en las casi cuarenta obras distribuidas en las tres partes que se subdivide la sala y que han sido adecuadamente tituladas: 1-Introducción. Hannah Arendt y la pintura, 2-Nudo. Amor mundi: Violencia y Libertad y 3-Desenlace. Compromiso: atrévete a pensar. En cada una de las salas conviven los cuadros con citas de Arendt, estableciéndose un fértil diálogo entre lo que no dejan ser dos lenguajes, dos textos, uno visual y otro escrito. Con una complejidad y profundidad más que notables, Sales ha articulado un recorrido por los sucesos y problemas fundamentales de esta singular pensadora, recurriendo para ello a un lenguaje pictórico marcado por la pluralidad (el pluralismo era uno de los frentes de batalla recurrentes en H.A.) de soluciones que mantienen el común denominador de ser óleos sobre lino (tradición y profesión llevadas a temas de candente actualidad). Muy lejos de caer en la obviedad ilustrativa, ha hecho suyas y ha sabido traer a su terreno plástico las imágenes, las escenas, aquellos elementos que ha considerado indispensables y pertinentes para construir una exposición extraordinariamente meditada, sentida, vivida cuadro a cuadro, frase a frase. Imposible llegar al detalle de los estudiados cimientos que M. Sales ha ido levantando, pero seguro que quien visite con atención esta muestra captará el trasfondo evidente de un hacer que apela a la acción comprometida. Y no debemos olvidar que cuando alguien toma conciencia de algo, actúa en consecuencia.
