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25 historias del Valencia CF que quizá no conozcas

Cualquier club de fútbol es más que un club siempre y cuando tenga a escritores, poetas o periodistas que relaten sus gestas, que construyan sus leyendas...

25 historias del Valencia CF que quizá no conozcas

No sabemos muy bien de qué materia están hechos los héroes y las heroínas. Tampoco de qué piel, tela o metal fueron pensados los mitos en un primer momento, cuando la imaginación humana quería diseñarse un pasado que explicara su presente. Nada sabemos de tan fascinante proceso creativo de la mente humana, pero ya se nos ha quedado en la psique el relato eterno de unos orígenes que nos explican y nos identifican: el principio de lo que somos y de lo que sentimos, en consecuencia. Volver la vista a atrás, a esos orígenes solo demuestra dos cosas: que necesitamos reiterar esa conexión con nuestro punto originario y que existió una ruptura, una desconexión que nos obliga a tener que reiterarlo. El mito, pues, exige reconocimiento de uno mismo, y también nostalgia: celebración y memoria. El profesor y periodista valenciano José Ricardo March nos ha querido llevar a ese mismo punto originario del valencianismo, con un libro excelentemente escrito, titulado 25 historias del Valencia CF que quizá no conozcas, y viene a hacerlo en un momento complicado de la entidad deportiva, en el que el cambio de propietario (el singapurense Peter Lim), ha provocado que los signos identificadores e identificativos del club se hayan puesto en jaque. Cabía, entonces, recordar por qué el valencianismo es como es, qué cosas han marcado parte de su idiosincrasia, para no perdernos en la neblina que el futuro nos tiende.

Como es lógico, la nostalgia nos asalta: también lo trágico (por ejemplo, encarnado en Luis Bonora o en la plantilla del Valencia del 36), igual que los héroes, épicos unos (Cubells o Montes), los lugares emblemáticos, casi mágicos por su irradiación histórica (Algirós, Sarrià, etc.), los asuntos oscuros, las tramas orquestadas por poderosas fuerzas, los impulsos rebeldes, etc. Nada le falta a este estupendo libro, que marca su inicio en 1919, año de la fundación del Club, y no acaba realmente, aunque se haya puesto como primera fecha final el año 2013, cuando el futuro del club estaba a un paso de dar un giro radical a su historia, ya casi convertida, a la altura de 2017, en histeria. Y decimos que no se acaba realmente, porque tenemos la impresión de que esas 25 historias son solo la primera entrega de otras tantas que, necesariamente, habrán de venir, aunque quizá no destilen tanta fuerza mítica.

José Ricardo March organiza las veinticinco historias como si de una novela fuera y esto realmente le concede un valor literario estimable, más allá de la calidad que su prosa tiene: no podía nacer el mito sin un accidente que lo encumbrara ya, que lo bautizara en sangre, que es también vida. Ahí el estremecedor relato de Luis Bonora, ese joven fuerte y esbelto, que murió fatídicamente por una embolia tras un partido. Esa era la etapa que el Valencia CF aún no tenía su bautizo oficial, pero que iba a dejar su semilla, el signo de sus franjas rojas sobre el escudo. También la trágica vida de Octavio Augusto Milego Díaz iba a ser preludio de una manera de entender los colores: desde el sacrificio más profundo. Y de eso saben mucho los valencianistas de hoy. Y de ahí al parto en sí del club, quien tenía que hacerse fuerte pugnando con los de su alrededor: una etapa de crecimiento y de aprendizaje. Luego el trauma de la guerra: la pérdida irreparable que nos marca el camino y el destino. También el olvido. Y el renacer de un club entregado a los suyos, emblema de un sentimiento regional, territorial, ideológico y emocional. Vendrían después las dudas, los fracasos, pero también los éxitos, la llegada al jardín de los dioses, de los grandes de España y Europa. Hasta la muerte por éxito y la necesidad de renacer de las cenizas, de volver a levantarse, porque el héroe, el mito, está obligado a ello, a luchar, a insistir. Y nosotros, cómo no, a contarlo, porque lo épico necesita una voz que nos recuerde quién es quién y cómo llegó a serlo. Gracias, pues, por recordarnos con estas veinticinco historias que este club tiene un escudo por corazón y que aún sigue latiendo.

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