Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

3 proyectos con Joan Verdú

Hace apenas unos días que nos dejó el artista Joan Verdú, un personaje singular y creativo, cuyo talento crítico de raigambre surrealista es evocado por el crítico Manuel García, quien compartió con Verdú diversos proyectos tanto editoriales como plásticos

3 proyectos con Joan Verdú

Las relaciones de los críticos de arte con los artistas nacen, normalmente, por haber compartido una vecindad, haber colaborado en algún proyecto o ser de la misma generación.

Con Joan Verdú (1959-2017) compartí en una ocasión un piso, pues era vecino mío en la capital valenciana y en mi casa ya no me cabían los libros de la biblioteca. Amablemente me cedió una habitación que llené de revistas, dossiers y libros.

Si mal no recuerdo Verdú participó en varios proyectos míos: la muestra Recién pintado (1983), el libro Les Cobertes de l´avenir, en el 25 aniversario de la editorial Tres i Quatre (1993) y en Nostàlgia de futur. Homenatge a Josep Renau (2009).

El llamado discurso plástico surrealista-pop de Verdú quedó plasmado en las tres ocasiones con obras singulares que evidenciaban su ingenio particular y habilidad dibujística y pictórica, incluso para encargos de amigos.

En la última visita que le hice en Alginet salí de su casa-estudio con todo un cargamento de catálogos de los que me llamó la atención uno, de tres volúmenes, sobre la obra de Verdú en las diversas técnicas del collage, el dibujo y la pintura, y la fotografía y fotomontajes. Cada uno de los volúmenes venía argumentado por escritores de arte como Carlos Pérez (1947-2013), Quico Rivas (1953-2008) y el propio Verdú quien, a veces, se publicaba entrevistas rubricadas por Walter Egon.

Carlos Pérez, en el libro de Collages, lo evocaba así: «Desde un cerro, sentado en una roca, Joan Verdú observaba el valle lleno de cactus y se preguntaba cuán sería de profundo el océano y cuán sería profundo el amor». Versus Quico Rivas, en el libro de Dibujos y pinturas, decía lo siguiente: «Tengo la sospecha de que Joan Verdú empezó jugando con las palabras y ha terminado manchándose con la pintura».

Sobre su presencia en la muestra Nostalgia de futuro escribí: «El dibujo realizado por Verdú para la exposición de Renau lleva el titulo en francés de Découpez la femme (2008) y es un juego de palabras e imagen sobre un presunto recortable en el que las tijeras juegan un papel tan peligroso como el querer controlar la mujer desde un discurso machista». El comentario venía a cuento de unas declaraciones del artista donde decía: «la belleza no me interesa en los cuadros, los prefiero interesantes, como las mujeres».

Este pintor y dibujante sin límites, también logró expresarse con el fotomontaje. Sobre esa técnica diría: «En un principi me dediquí a retallar imatges de prensa que tenia a casa (?) Així que jo vaig retallant i simplement esperaba que mitjançant l´atzar, fóra combinant imatges i sorgiren composicions estranyes».

No acabó aquí la creatividad personal de Joan Verdú que, durante años, en el suplemento Posdata del diario Levante-El Mercantil Valenciano, nos alegraba la vida con su columna Versus omnia.

Con todo ese bagaje a sus espaldas vamos a extrañar, en adelante, la ausencia de Joan Verdú.

Compartir el artículo

stats