El arreón final no exime de hacer un repaso exhaustivo al por qué se dejaron escapar dos puntos. Se encargará Nuno de recuperar anímicamente a sus jugadores, que venían embalados y deben mantener el equilibrio después de «palos» como el vivido ayer en Mestalla. No se debe pasar de la alegría a la depresión, más cuando el Villarreal CF demostró ser un equipo muy trabajado. Pero el empate refuerza la idea que brota del vestuario de pensar sólo en la próxima cita y no sacar la libreta tratando de cuadrar las cuentas, ya que seguramente en la primera tarde se pueden ir directamente a la papelera.

Nada iba a garantizar una tarde plácida, Nuno ya había advertido de los planteamientos serios que hace el Villarreal CF, el único club en asaltar el fortín del Atlético de Madrid, que tuteó al FC Barcelona en el Camp Nou y arañó un punto muy meritorio en el Bernabéu. Siempre quedará el interrogante de si el parón de liga pudo afectar más a unos que a otros, aunque resultó obvio que varios de los internacionales blanquinegros sufrieron más que los del rival. Quizá valga para generar debates, pero no va a variar un resultado que parecía agradar más al «Submarino», de ahí los múltiples parones en la parte final del partido, coincidiendo con los momentos de más «aprietos», cuando apareció la figura de Sergio Asenjo.

No se tuvo que multiplicar el meta que aún tiene reluciente la convocatoria con la selección, pero apareció en el momento más justo. Con la afición de Mestalla levantada buscando darle un último plus tratando de marcar ese gol que no llegó. Sin brillo, el empuje que quizá habría valido ante otro rival, no fue suficiente en esta ocasión para sumar los tres puntos que se necesitaban para mantener la tercera posición que ahora pasa a ocupar el Atlético. Habrá que ver cómo le influye al cuadro rojiblanco su participación en Champions, pero la realidad también habla de la exigencia notable que tiene esta temporada finalizar entre los cuatro primeros de la liga.

Gayà abandonó el coliseo de Mestalla preocupado, no pudo acabar el partido por lesión, pero su nivel sobre el césped demuestra que las negociaciones sobre su renovación no le afectan para nada. La gente le aplaudió en todo momento, sabedora que la intención del futbolista es seguir, pero cada negociación precisa sus tiempos. De momento el «31» habla sobre el césped, es la mejor vía para mantener el cariño de su gente y a pesar de buscar siempre la línea de fondo para nutrir de balones al delantero centro, entendiéndose con Piatti sólo con la mirada, estuvo cerca de marcar con una volea desde la frontal precedida de un rechace. Verdad sólo hay una, porque Gayà no engaña ni dentro ni fuera del césped. El tiempo dirá si Mestalla sigue disfrutando con su rendimiento la próxima temporada, porque uno de los temas que ayer se comentaron desde la grada, a falta de fútbol preciosista, aludía a la esperanza de que a él, como jugador criado en la casa, se le valore como se merece. Ninguna inversión en el fútbol garantiza resultados, de ahí que a veces se fichen jugadores por cantidades importantes que luego por circunstancias no rinden y acaben repartiendo cesiones sin ton ni son.

Este debate generado por el mayor control del Villarreal CF en gran parte del encuentro sin que eso conllevara peligro para Diego Alves. Ocasiones muy pocas, por no decir sólo una, tras una falta kilométrica ejecutada por Jonathan dos Santos que se quitó de encima como pudo Diego Alves, antes del despeje de Mustafi. Y nada más. Nuno no es partidario de acumular la posesión de balón sin crear peligro, en momentos así prefiere ser más vertical, pero faltó fluidez en la circulación del balón, en una tripleta de mediocentros que no podrá repetirse en el Nuevo San Mamés por la sanción a Dani Parejo, tras cumplir su centenario como jugador blanquinegro. Sin Enzo, habrá que ver si se varía el sistema o se incorpora una nueva pieza al lado de Javi Fuego y André Gomes, que a día de hoy son piezas clave.

Verse a cuatro puntos del Real Madrid ilusionó a la afición con aspirar a algo más que la clasificación para la Champions, nada de eso salió desde dentro del vestuario y no precisamente por no ser ambiciosos, sino por la cautela y ser conscientes de la dificultad que tiene esta temporada acabar entre los mejores de la liga.