Nuno dedicó la goleada a la afición. Ese, defendió, es el mayor activo del club y para ellos, dijo, iba dedicada. El técnico, muy feliz por el trabajo de sus jugadores, celebró el triunfo que permite al Valencia mantener la cuarta plaza y afrontar con moral el tramo final de la temporada. Nuno, feliz, repartió elogios. «Los jugadores han hecho un trabajo fantástico», valoraba, empleando una de las palabras que más utiliza a la hora de referirse a sus pupilos. «Hemos visto un buen partido. Creo que todos hemos disfrutado, nosotros y el público», lanzaba con una tímida sonrisa. «Sabíamos que iba a ser un partido difícil pero hemos hecho cuatro goles y sobre todo, hemos tenido la paciencia necesaria para hacer un buen partido», explicaba. «Ahora estamos peleando con dos equipos muy competitivos -Atlético de Madrid y Sevilla- que han logrado títulos y llevan mucho tiempo juntos, mientras que nosotros somos un proyecto nuevo y un equipo joven, aunque lo importante en este momento es pensar en el partido del jueves ante el Rayo Vallecano», apuntaba.

Para el técnico, sólo el Valencia, quiso ganar el partido. «Después de la ventaja de la primera mitad, se manejó muy bien el partido con balón y posesión. Nuestro juego fue muy vertical. Este es un equipo que disfruta atacando. Estamos preparados y físicamente llegamos muy bien para afrontar estos partidos», sostenía.

Nuno, que como jugador fue portero, felicitó públicamente a Diego Alves por los registros establecidos y por su «labor fantástica» ,pero sobre todo, se mostró «feliz» por cómo Alvaro Negredo había rentabilizado los minutos que estuvo en el campo. «Negredo ha hecho un buen partido. Ha ayudado mucho al equipo con un gol y una asistencia. Lo felicito por su trabajo y su humildad de todos los dias. Todos los goles que marcamos son un gol de quipo y eso es lo que los jugadores celebran. Me gusta la complicidad que tienen los jugadores entre ellos», dijo

Abel Resino, por su parte, afirmó que su equipo había intentado sacar adelante el partido e iba a «seguir intentándolo» en los próximos encuentros. Apuntó que errores puntuales habían condicionado a su equipo, pero señaló que la salvación es posible. «Ahora ya tenemos que pensar en el Espanyol y morir ante ellos el jueves», indicaba tras desvelar que su cálculos eran más optimistas de lo que ha sido la realidad desde que tomó las riendas del club. «La experiencia me dice que lamentar los errores no sirve para nada: quedan cinco jornadas y hay que pelear», apuntaba. Así, explicó que su equipo mejoró tras el descanso y llegó a dar una cierta sensación de peligro, además de admitir que la falta de gol fue determinante en el encuentro.