El 4 de junio de 2013, Amadeo Salvo fue nombrado presidente del Valencia CF en una Junta de Accionistas, hoy, 1 de junio de 2015, dos años después de su elección, se oficializará su salida. Desde el primer día, en el que advirtió que iba a representar a la entidad «como se merece un club de 94 años de historia». En su primera temporada contagió de entusiasmo a la afición, se erigió en su líder, y unos meses después de asumir la presidencia comenzó a negociar una solución para la entidad, en peligro de entrar en concurso de acreedores unos meses antes. Había que vender futbolistas, pero eso se consideró una solución temporal, de ahí que se abriera un proceso de venta que llevó a Meriton a adquirir la mayoría accionarial. La compra, oficializada a finales de octubre, contemplaba la continuidad de Amadeo Salvo, que firmó un contrato que expiraba el próximo mes de diciembre.

Su pasión por el fútbol la tenía desde niño, llegó a jugar en el Valencia CF de categoría amateur a las órdenes de José Manuel Rielo en la etapa como presidente de Pedro Cortés. No llegó a ser jugador profesional, y se dedicó a su empresa familiar «Power Electronics», dedicada a producir bienes de equipo. Los que más le conocían antes de afrontar la presidencia de la entidad le consideraban «un trabajador nato, que cuando quiere algo va a tope hasta conseguirlo». A sus 48 años nunca ha tenido pelos en la lengua. Partidario de decir las cosas en voz alta aunque no agradaran a todos, como en su día ante el presidente de la Liga de Fútbol Profesional Javier Tebas, también su continua exposición mediática ha hecho que cosas que dijera no se cumplieran. Otras sí. Como cuando no dio su brazo a torcer ante el Tottenham para lograr que pagaran los 30 millones de euros por Roberto Soldado, o más tarde los 20 que le reclamó al FC Barcelona para aceptar el traspaso de Mathieu.

Con una fuerte personalidad siempre dijo que no quería ser un presidente «florero», de hecho, actualmente ejercía la función de consejero delegado, aunque por encima de su escalafón tenía a Kim H. Koh y Layhoon Chan, presidenta del Consejo de Administración. Curiosamente, cuando anoche abandonaban las oficinas lo hicieron juntos en el mismo vehículo, en una situación que servía para poner hoy el punto y final a su etapa como presidente del Valencia CF dos años después de asumir el cargo.