«¿Por qué hay que rebajar las expectativas?», se preguntó retóricamente Gary Neville, valiente en su primera víspera como entrenador del Valencia, nada menos que antes de jugarse esta noche el pase a los octavos de final de la Champions ante el Lyon en Mestalla. «Hemos venido aquí a ganar y a entretener», remató Gary ante la obligación de vencer hoy al Lyon y esperar a que el Zenit no pierda en Bruselas frente al Gante para pasar a los octavos de final del torneo. En caso contrario, el Valencia disputaría la Liga Europa.

El disurso de Gary Neville es directo y profundo, no se anda con chiquitas. «Todos los jugadores van a tener las mismas oportunidades», insiste el técnico inglés, en un mensaje al corazón del vestuario en el sentido de romper con el pasado: Nuno Espirito Santo, destituido la semana pasada, tenía a futbolistas defenestrados (Negredo, Rodrigo de Paul y Orban) sin razones objetivas para ello. Gary pretende reinstaurar la meritocracia. Negredo, que volvió a ser convocado, no podía ocultar ayer su alegría.

¿Cómo va a jugar su equipo? «Me gusta la posesión de la pelota, pero también me gusta el contragolpe. Definirse con un estilo concreto puede ser peligroso», explicó el preparador inglés, invitando a su equipo a cambiar de piel según el rival y las circunstancias. Gary habló de «simplificar», «calmar» e «interactuar» con los jugadores como las vigas maestras de sus primeros días al frente del Valencia. En realidad «el primer día de su nueva vida», según se lo definió un amigo al tratarse del primer conjunto al que dirige como primer entrenador. Gary debuta por todo lo alto: en Champions y en un duelo capital para el Valencia, acompañado por el calor de la grada: se ha encendido una chispa emocional.

La cara de Gary explotó ayer de felicidad cuando le recordaron los periodistas cómo la gente había acudido en masa a ver el entrenamiento del lunes en Paterna, más de 3.000 aficionados. Soltó una carcajada llena de ilusión. Es el tipo de cambio que quiere ver en el rostro de sus futbolistas, bloqueados por las arbitrariedades del anterior entrenador.

En lo futbolístico, el mayor de los Neville ha copiado una idea de un extécnico muy exitoso en su paso por Mestalla, Ernesto Valverde, cuando ubicó a Parejo como el mediocentro más cerca de los centrales, como una manera de darle desde el eje una salida más limpia al balón.

Gary repetirá ante el Lyon el once con el que hizo frente el sábado al Barcelona, aunque mejorado por Mustafi en el centro de la zaga en lugar de Aderlan Santos y de Cancelo como lateral derecho en puesto de Vezo. El resto es el mismo equipo. Cuando el estado de ánimo es de euforia, como ahora, los lesionados se recuperan antes y todos quieren participar del reto. Gary no rehúye el desafío. «Venimos a ganar y a entretener».