El Valencia perdió ayer a Santi Mina por unas molestias en el sóleo, una baja unida a la de Nani, que ha viajado a su país (Portugal) para ser tratado por su médico de confianza de unas dolencias musculares que no desaparecen. El cuadro de Voro, pues, se presenta el domingo, día de Sant Josep, en el Camp Nou (20.45) con lo justo, el mismo equipo que no pudo el pasado sábado en Mestalla con el Sporting (1-1), si bien hay dos elementos a favor de los valencianistas.

El primero, los precedentes. El Valencia ha ganado en dos de sus tres últimas visitas de Liga al Camp Nou. En 2013-14, venció 2-3 con goles de Parejo, Piatti y Alcácer. Y en la temporada pasada se impuso, contra todo pronóstico, 1-2 con tantos de Siqueira y Santi Mina a pesar de llegar a ese duelo con la amenaza del descenso y recién aterrizado Pako Ayestarán en el banquillo tras la traumática experiencia de Gary Neville (el técnico que dirigió al equipo en el 7-0 de la Copa del Rey unos meses antes). Entre esas dos campañas, en la 2015-16, el Valencia cayó 2-0 en el Camp Nou. El otro precedente negativo tiene que ver con la única visita al templo azulgrana de Voro como entrenador: el Valencia cayó con estrépito (6-0), en el curso 2007-2008, después de ganar la Copa del Rey contra el Getafe en el Calderón, en un final de campaña en el que ganó cinco de esos seis últimos encuentros y se alejó del descenso.

Seis goles y solo uno en jugada

El segundo argumento para la esperanza es el estado de juego de los azulgrana. El cuerpo técnico del Valencia entiende que el Barça no pasa por su mejor momento. No ya por los resultados sino por la calidad de su fútbol, lejos del espectáculo semanal de otras temporadas. Incluso la hazaña de remontar al PSG en los octavos de final de la Champions, con el 6-1 de la pasada semana en el CampNou que dio la vuelta al mundo, ha sido analizada con escepticismo por los técnicos valencianistas. Es decir, no fue una avalancha de creatividad, sino un cúmulo de circunstancias beneficiosas: los dos primeros goles de carambola, otros dos tantos de penalti, uno de falta y el último, como excepción a la regla, en una gran jugada por el pase picado de Neymar y la entrada al límite del fuera de juego de Sergi Roberto.

En ese partido, además, el Valencia interpreta que el Barça fue muy favorecido por la actuación arbitral concediéndole dos penaltis a los azulgrana y escatimándole otros dos al conjunto parisino.

En el choque de la primera vuelta en Mestalla, precisamente, el Valencia, con Cesare Prandelli en el banquillo, se sintió muy perjudicado por el árbitro, sobre todo por el gol concedido a Messi tras un fuera de juego de Luis Suárez, que tapaba la vista de Diego Alves en la trayectoria del balón.

Messi, en baja forma

El Valencia cree que la máxima estrella azulgrana, Leo Messi, atraviesa un valle en su estado de forma en los últimos partidos que puede aliviar a la defensa valencianista el próximo domingo. Eso sí, Messi puede despertar en cualquier momento y acompañar a un Neymar, este sí pletórico tras regresar del cumpleaños de su hermana, y de un Suárez que imprime este carácter a un Barça más asilvestrado que lírico.