L. B. B., Valencia

El Instituto Valenciano de Vivienda (Ivvsa) ha sido el responsable de restaurar y consolidar el celler (bodega) de una casa medieval del siglo XIII que salió a la luz durante las campañas de excavación arqueológica ejecutadas entre 1998 y 2000 en la Plaza del Árbol en el barrio del Carmen de Valencia, donde se han construido 21 viviendas de protección oficial (VPO) con garaje y trasteros, de la que hoy se entregan las llaves.

Tras el hallazgo del celler la dirección general de Patrimonio "resolvió la protección, adecuación y puesta en valor avalada por ser uno de los más antiguos recuperados en Valencia. También se incorporaron dos arcos carpaneles de sillería, recuperados durante el derribo de la edificación que existía en la calle Baja 31", según explican fuentes del Ivvsa, que depende de la Conselleria de Medio Ambiente, Agua, Urbanismo y Vivienda que dirige José Ramón García Antón.

"El proyecto de conservación planteó el objetivo de recuperar la conformación original de esta construcción bajomedieval por lo que el objetivo de la línea de actuación se basó en recuperar el espacio original, liberándolo de afecciones y construcciones más modernas y recuperando los paramentos originales con sus mismas técnicas antiguas de edificación", señalan fuentes del Ivvsa.

Los arqueólogos detectaron que la "contínua exposición a los agentes externos había provocado situaciones irreversibles en muchas zonas, mientras que otras presentaban un delicado estado de conservación que hacía peligrar su estabilidad" ya que las ruinas estaban "totalmente cansadas y en proceso de degradación progresiva". La protección de los restos y su integración en la obra nueva de las 21 VPO tuvo nueve partes diferenciadas, según explican los arqueólogos.

Encapsulado y protección de las estructuras

La solución arquitectónica para incorporar el celler a la nueva edificación consistió en el encapsulado de la estructura por el muro pantalla, con viga de atado de coronación de pantalla y losa de cimentación sobre la estructura. Una de las fases más complejas fue evitar el contacto entre la obra nueva y el celler, durante el hormigonado de la losa que volaría por encima de la estructura. Se protegió el coronamiento de las estructuras originales con cámaras de zahorra para evitar el contacto con los nuevos hormigones".

Demolición de elementos intrusivos

"El criterio ha sido devolver el celler a su estado original en el siglo XIII. Se han desmontado los añadidos del siglo XIV-XV, como la escalera de la calle Cobertizo en lugar de la de la calle Baja, que es la original de fábrica. También se desmontó un pozo de extracción de agua".

Recuperación de tapiales y calicostras

"Se ha tratado de reproducir de la mejor manera posible las técnicas constructivas originales. Los muros originales del celler están fabricados con la técnica construida de tapia. Las estructuras son sucesivas capas alternas de mortero de cal, tierra y piedras medianas dentro de los cajones o tapieras a modo de encofrado".

Recuperación de sillería, anclaje de arco y restitución de ménsulas

El "celler" conservaba un arco original "que presentaba un deficiente estado de conservación ya que se encontraba afectado por remodelaciones posteriores". Tras los sondeos, la solución técnica fue "el anclaje del arco a la losa de hormigón de la obra nueva. Y se recuperaron los volúmenes perdidos del muro y arco de sillería mediante una armadura de varillas de acero corrugado y su hormigonado. También se localizaron ménsulas (elementos que sobresalen del muro para soportar empujes o peso) del forjado original del celler que se reintegraron a sus posiciones originales".

Pavimento

El objetivo era "localizar y recuperar el pavimento original del celler". Se consiguió. "El pavimento de cal estaba en un estado de conservación bastante bueno, excepto una rotura o fosa en el centro. Se consolidó y reintegró en la superficie recuperada para reproducir la forma original del celler".

Tratamientos de limpieza

"Se aplicó limpieza mecánica con chorro de aire para eliminar el polvo en superficie. Después, con espátulas y agua aplicada con esponja natural se liberó la

El resultado final permite, según explican responsables del Ivvsa, "contemplar el celler como construcción subterránea y permite recuperar su concepción original como bodega, en sótano, de una vivienda bajomedieval" sin que quede afectado por las nuevas estructuras proyectadas. Al celler se accede desde una puerta habilitada desde la plaza pública a la que recae. "El resultado final es fruto de un cuidado proceso y una adecuada metodología en la que ha participado un equipo multidisciplinar que ha coordinado y generado un debate tolerante". La exposición pública del "celler" restaurado permitirá "aumentar el conocimiento sobre la ciudad de Valencia en época medieval y fomentar la difusión de las técnicas y criterios restauradores", explican los responsables del Ivvsa, quienes aspiran a que este trabajo estimule otras iniciativas de restauración.