Levante-EMV, Valencia

"Me voy porque mi dignidad personal está por encima de cualquier opinión infundada, errónea o nefasta sobre la legitimidad de mi cargo", asegura en su escrito Mayol, quien se lamenta de un inmerecido "trato hostil" durante los últimos meses.

El secretario de la Protectora, Jesús López, ha hecho causa común con ella y también ha presentado su dimisión. Según la versión de Mayol, algunos de sus compañeros creen que tiene demasiado apego al cargo y la han criticado por llevar 20 años al frente de la asociación. "Dicen que en una sociedad plural y democrática no es de recibo que alguien pueda ser presidente durante dos décadas", explica la dimisionaria, quien responde con el ejemplo de Jordi Pujol que "estuvo 18 años al frente de la Generalitat de Cataluña y nadie le cuestionó".

Desconfianza y exceso de control

Los críticos reclaman que la presidencia de la sociedad -que se renueva cada dos años- sea rotatoria, de modo que nadie puede prorrogarse indefinidamente en el cargo. En su descargo, Mayol asegura que nunca se han presentado candidatos alternativos e insiste en que nunca ha tenido el afán de protagonismo que ahora le recriminan algunos de sus ex compañeros. "No pretendía jubilarme en el cargo, pero tampoco quería irme así", aseguró la hasta ahora presidenta de la Protectora. "No me voy satisfecha pese a que he cumplido mis objetivos".

Parte de la directiva le ha acusado de ejercer un control demasiado estrecho sobre el trabajo y las funciones de los compañeros de la Protectora, algo que algunos entendieron como una muestra de desconfianza.

Mayol, delineante de profesión, fue elegida secretaria de la asociación en 1991, cinco años más tarde fue elegida vicepresidenta y de 1998 hasta el martes ha ocupado el cargo de presidenta. De los 300 socios que había en la Protectora cuando ella llegó se ha pasado a 2.300 en la actualidad. En el año 2004, con Ana Mayol al frente, la Protectora firmó un acuerdo con el Ayuntamiento de Valencia para la gestión de la perrera municipal. Más tarde, se logró el cierre de las viejas instalaciones y la construcción de un Centro de Adopción en Benimàmet. La Sociedad Protectora gestiona en la actualidad el Centro de Adopciones y el Refugio de Animales de San Antonio de Benagéber. En estos años se ha pasado del sacrificio de animales abandonados a la adopción de miles de perros y gatos.

Mayol teme que tras su marcha queden en el aire los proyectos iniciados -como la campaña antitaurina.