Para ver cubiertas vegetales en los edificios no hay que ir a Milán como hizo la alcaldesa. En la avenida de Burjasot, se ha desarrollado una de forma espontánea. Está en el tejado ruinoso de la fábrica de la Ceramo, un edificio neomudéjar propuesto como Bien de Relevancia Local, que ha sido colonizado por plantas trepadoras que crecen sin control como resultado de años de abandono.

El concejal socialista Juan Soto dio ayer la voz de alarma sobre el deterioro y el riesgo de desplome de la fábrica donde se coció la cerámica que decora la Estación del Norte y el Mercado de Colón. El edil ha presentado una moción a la comisión municipal de Cultura en la que insta al gobierno local a adquirir el edificio y destinarlo a equipamiento público del barrio como marca el PGOU. El concejal de Urbanismo, Jorge Bellver, aseguró ayer en un comunicado que el acuerdo de compra con el propietario está cerca y garantizó que el edificio se destinará a equipamiento público.

Como informó este diario, el dueño de la fábrica ha solicitado al Ayuntamiento de Valencia, dentro del proceso de revisión del PGOU, que se recalifique el terreno de la fábrica para uso terciario lo que obligaría a renunciar a la declaración de Bien de Relevancia Local. El dueño estaría interesado en levantar allí un centro comercial con oficinas. A cambio de la recalificación, se compromete a rehabilitar una parte de la fábrica. La oferta, destacó Soto, es inaceptable pues supone el derribo de casi toda la fábrica y la pérdida de un equipamiento para los vecinos.

El Ministerio de Cultura también se ha interesado por la fábrica, que fue desocupada por la policía hace unos meses, para destinarla a la ampliación del Museo de la Cerámica. Soto aseguró ayer que el ministerio "sigue interesado" en el proyecto, si bien para que sea posible apuntó que primero el ayuntamiento tiene que expropiar y consolidar el edificio y luego promover un convenio de colaboración con Cultura. Soto urgió ayer al gobierno local a adoptar una solución con la Ceramo construida en 1855 por José Ros Furió.

Las cubiertas vegetales en edificios públicos es un proyecto impulsado por la alcaldesa, Rita Barberá, se ha quedado fuera del segundo plan Zapatero pero el gobierno local mantiene la intención de hacerlo con recursos propios. La alcaldesa asegura que vio este tipo de soluciones verde para los tejados en un centro comercial de Milán y quiso tenerla en Valencia. Expertos como el profesor de Jardinería de la Universidad Politécnica de Valencia José Francisco Ballester Olmos aplauden la iniciativa porque es beneficiosa para la higienización de la atmósfera y para ganar superficie verde en las ciudades.