Subcontratar a otra empresa y volver a abrir la cámara de gas para sacrificar animales. La Sociedad Valenciana Protectora de Animales y Plantas (SVPAP) afirma que éste es el plan que prevé el Ayuntamiento de Valencia, ante los sucesivos recortes en el presupuesto para ofrecer el servicio -en dos años la subvención se ha reducido en 215.000 euros-, y tras las continuas "extorsiones que estamos padeciendo desde el equipo de Gobierno, que nos amenaza continuamente con no renovarnos el convenio. Parece que quieran contratar a otra empresa para volver a sacrificar animales y reducir el gran coste que supone cuidarlos".

El ayuntamiento y la SVPAP llevan cinco meses sin firmar el convenio que rige la recogida y el cuidado de animales abandonados en la ciudad, tras ocho años realizando el servicio. Desde la entidad aseguran que el ayuntamiento no duda en "presumir" de la gestión municipal de un servicio "que fue pionero en el plan de esterilización felina de la ciudad y que, desde que estamos nosotros, no sacrifica animales, algo que no ocurre en otras ciudades".

Ahora bien, "cuando se trata de asumir el coste que lleva cuidar, alimentar y atender a los animales -en su gran mayoría enfermos o heridos-, la cosa cambia". Y más en tiempo de crisis económica. Desde la SVPAP denunciaron que el ayuntamiento les adeuda cerca de 100.000 euros, desde febrero. "Legalmente solo nos deben el mes de febrero -35.000 euros- porque el convenio fija que el ayuntamiento tiene un plazo de 60 días para pagarnos. Pero la realidad es que los trabajadores tiene que cobrar, los animales tiene que comer y los veterinarios hay que pagarlos. Hemos asumido los gastos desde febrero, y ya no podemos más", afirman.

El primer recorte llegó el año pasado y supuso una rebaja de 200.000 euros, entre los que se incluían 70.000 euros del Pan de Esterilización Felina (PEF) y 130.000 del convenio de gestión. El PEF implica alimentar, esterilizar y controlar el crecimiento de las más de 400 colonias de gatos que existen en la ciudad. Por ello, "continuamos con el plan durante 2010, pero hemos dejado de subvencionarlo este año porque no podemos más". Y es que desde la SVPAP afirmaron que sus cuentas están a cero, y el "colchón" con el que contaba la asociación para gastos, "agotado".

La SVPAP cuenta con un millón de euros de presupuesto y fue criticada por un grupo de exsocios por destinar 600.000 euros a la partida de sueldos. Sin embargo, desde la protectora se defienden y aseguran que sus cuentas "están muy claras y reflejan la gestión de tres refugios. Les hemos aportado todas y cada una de las facturas. Nadie cobra aquí sueldos millonarios. Somos 27 trabajadores de una ONG. Pero si no tragamos con las exigencias del ayuntamiento -como matener en nómina a un trabajador puesto a dedo y que no hacía nada-, nos amenazan con no renovarnos el contrato". El ayuntamiento, por su parte, no quiso realizar declaraciones.