Los vecinos del Cabanyal-Canyameral de Valencia proponen luchar contra la existencia de focos delictivos en el barrio, acabar con la degradación urbanística y social y poner en marcha planes para rehabilitar las viviendas y dimanizar, regenerar y potenciar el comercio.

En un comunicado, la Asociación de Comerciantes, Industriales y Profesionales del Marítimo (ACIPMAR) y la Asociación de Vecinos de Cabanyal-Canyameral informan de que han redactado un documento con propuestas para consensuar la "regeneración, revitalización, dinamización y rehabilitación" de este barrio valenciano.

Según señalan, han decidido redactar este documento porque "nadie busca el beneficio del conjunto del barrio y de sus vecinos y comerciantes" y confían en que en base a estas propuestas se abra "un proceso de diálogo y negociación" entre vecinos y comerciantes del barrio, partidos políticos y administraciones implicadas.

En el documento proponen luchar contra la existencia de focos delictivos en el barrio, fundamentalmente relacionados con el tráfico de drogas, y piden que haya una coordinación entre el Ayuntamiento de Valencia y la Delegación del Gobierno.

También piden poner "punto final" a la degradación urbanística y social que sufre, especialmente, la zona afectada por la prolongación de la Avenida Blasco Ibáñez y su entorno más próximo, en la cual es necesaria "una urgente limpieza y cuidado de las calles".

La puesta en marcha de un plan de rehabilitación de viviendas es otra de las peticiones de estos colectivos, que recuerdan que para ello se firmó en diciembre de 2007 un convenio entre el Ayuntamiento, la Generalitat y el Ministerio de Vivienda, que se ratificó con una Addenda en febrero de 2010.

El Convenio, recuerdan, continúa en vigor hasta diciembre de 2014 y contempla la rehabilitación de 800 viviendas y por tanto la Comisión Bilateral de Seguimiento debería reunirse para verificar el cumplimiento de sus previsiones.

Además, proponen que se ponga en marcha un plan para dinamizar, regenerar y potenciar el comercio del barrio y que se impulsen iniciativas que sean compatibles con la legalidad actual que marca la Orden Ministerial, "una vez agotadas todos los legítimos intentos de solicitar su paralización cautelar, que ha llevado a cabo el Ayuntamiento de Valencia".

A juicio de los vecinos y comerciantes del barrio es necesario buscar el "mayor consenso posible" y por ello apuestan por poner en marcha mesas de diálogo entre todos los agentes implicados.

"No entramos a valorar los posibles beneficios/perjuicios que el proyecto de prolongación de la Avenida Blasco Ibáñez pueda traer sobre el conjunto de este barrio, porque no es el momento de discutir sobre eso cuando la última palabra la deben tener los tribunales, cuyas sentencias siempre hemos acatado", señalan.

Además, agregan que exigen "soluciones inmediatas al estatus actual, indistintamente de lo que pueda suceder en el futuro, y eso pasa por buscar el mayor beneficio que está en manos de cada administración aportar a la presente situación".