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Las obras de Mestalla se realizan a marchas forzadas para que estén listas antes de empezar la temporada. Ayer se trabajaba en la cornisa de la Avenida de Suecia para reparar grietas y sanear todo lo que es el tercer nivel de esa grada. Los dos niveles inferiores ya fueron revisados en proyectos anteriores. El Valencia Club de Fútbol también anunció que se colocará un nuevo videomarcador de 50 metros cuadrados y que se cambiarán los asientos para darle otro color al estadio. El problema se plantea, sin embargo, en la remodelación de la Grada Joven (Gol Sur), que será ampliada en 2.500 plazas debido al éxito que cosecha año tras año. El espacio que se ocupará no es nuevo, sino que se quitará a la grada contigua, pero el hecho de que sean plazas de pie en lugar de plazas sentadas, hace pensar a los vecinos que pueda haber un aumento de entrada. El club, de todas formas, en ningún momento ha dicho que se vaya a aumentar el aforo.

El Valencia C. F. ha empezado el "lavado de cara" de Mestalla con la estrecha vigilancia de los vecinos de la zona, que recuerdan que les han perdonado el derribo de las últimas gradas construidas y que no permitirán nuevas intervenciones fraudulentas. La asociación La Amistad ha dirigido un escrito a la Concejalía de Urbanismo para que se tenga en cuenta que la remodelación podría incluir un aumento de aforo en el Gol Sur y que eso aumentará los problemas de aparcamiento, que era uno de los motivos por los que el Supremo declaró ilegal la ampliación. Por otra parte, la Federación de Asociaciones de Vecinos recuerda que aquella sentencia también recriminaba la invasión de espacio público con las nuevas gradas, por lo que, si no ahora, sí cuando el estadio sea derribado, harán valer el fallo para recuperar los metros que fueron debidamente invadidos.

Las obras iniciadas ayer en Mestalla consisten en sanear el tercer nivel de la grada que da a la Avenida de Suecia, cambiar los asientos y colocar un videomarcador de 50 metros cuadrados. También se ampliará la Grada Joven (Curva Nord) para meter a 2.500 personas más, todas de pie, aunque será a costa de la grada contigua.

En ningún caso parece que se vaya a tocar el planeamiento, pero Mestalla es zona sensible para los vecinos y muy especialmente después de la ampliación que permitió hace ya una década subir el aforo de 49.000 a 53.000 plazas. Las nuevas gradas recayentes a las calles Artes Gráficas y Joan Reglà sobresalen de la fachada del estadio y ocupan espacio público, lo que unido a la falta de aparcamiento para cubrir las nuevas necesidades hizo que el Tribunal Supremo, en el año 2006, confirmara una sentencia anterior que declaraba la ilegalidad de las obras y obligaba a derribarlas.

Quienes impulsaron aquel recurso fueron cinco fincas de la Avenida de Suecia (4) y la Plaza Valencia Club de Fútbol, conjuntamente con la Federación de Asociaciones de Vecinos, que pese a su victoria en los tribunales, nunca pidieron la ejecución de la sentencia. Es decir, perdonaron el derribo de las gradas.

Según ha explicado María José Broseta, presidenta de la federación, no se pidió la ejecución del fallo por "coherencia", porque "los aficionados y los jugadores no tienen culpa de la mala gestión de los dirigentes del club".

En aquel momento, además, estaba ya en marcha la construcción del nuevo estadio de Cortes Valencianas, por lo que no tenía mucho sentido pedir el derribo de una grada cuando la previsión era derribar todo el campo.

Tampoco las cinco comunidades de vecinos movieron ficha, por lo que Mestalla sigue intacto, pero "amenazado" por aquella sentencia.

Ahora, de hecho, cuando las grúas vuelven a asomarse al estadio, las alarmas se disparan. Sol Romeu, presidenta de la Asociación de Vecinos de la Amistad, dijo ser partidaria de la ejecución de la sentencia. Si no se hizo en su día es porque "el caso lo llevó la federación y ellos pensaron que no". Pero ahora están atentos a las obras para que no haya nada que vuelva a perjudicar a los vecinos.

Según explicó a Levante-EMV, ante la idea de ampliar la Grada Joven con 2.500 plazas más, han dirigido un escrito a la Concejalía de Urbanismo para que tenga en cuenta que el fallo del Supremo, que se produjo precisamente por el problema de aparcamiento, problema que se dispararía si hay más aforo. "Simplemente le recordamos que la sentencia está ahí y que nos mantenga informados", dijo Romeu.

Futuro urbanístico

María José Broseta, por su parte, se mostró también interesada en seguir el curso de las obras para que no se vulnere aquel fallo. Pero sobre todo sigue muy de cerca el futuro del estadio. Y es que su intención, lejos de olvidarse del caso, es hacer valer la sentencia cuando el campo sea derribado, para lo que seguramente faltan unos años. Es decir, la Federación de Vecinos exigirá en el nuevo planeamiento que se recupere el espacio público que fue invadido. La previsión es hacer torres de viviendas, zonas comerciales, equipamientos públicos y un hotel en el edificio del viejo ayuntamiento.