El grupo municipal de Compromís ha presentado alegaciones al Plan Especial de Protección (PEP) de Bienes de Interés Cultura de Ciutat Vella impulsado por el Ayuntamiento de Valencia solicitando que se retire el plan. La enmienda a la totalidad de Compromís al citado plan, que regula las intervenciones urbanísticas en los entornos de 29 monumentos, entre ellos, el Mercado Central y la Lonja, responde a la excesiva «complejidad» del documento, según explica el portavoz de Compromís, Joan Ribó.

En línea con las alegaciones que la plataforma vecinal Paco Leandro ha presentado al PEP, en fase de exposición pública, Ribó señala la ausencia de criterio a la hora de incluir unos BIC y dejar fuera otros. Destaca además que la información del plan es «farragosa» y que el plazo de participación pública es muy limitado para analizar tanta documentación como contiene el plan.

Ribó solicita así que se desestime la aprobación del plan especial en los términos actuales, que se reformule en condiciones de ordenación del contenido y que se establezca un plazo de participación pública que haga viable la misma.

Ribó también ha presentado una alegación específica para solicitar que no se descatalogue el edificio de las antiguas caballerizas de la plaza Conde del Real como promueve el actual propietario.

El dueño del Palacio Escrivá, Ramón Serra de Álzaga, es el promotor del derribo de las citadas caballerizas, que su familia adquirió en el año 2000. Su idea es construir un nuevo edificio de cuatro plantas y anexionarlo al palacio para mejorar las condiciones conservacion de su valiosa colección de arte privado.

Ribó se opone al derribo de las caballerizas y recuerda que el redactor del Pepri de la Seu-Xerea, Ángel Martínez Baldo, aseguró en 2008 que está «totalmente justificada» la protección del citado edificio «por sus valores históricos, arquitectónicos, tipológicos, paisajísticos y ambientales». Añade el experto que se debe asegurar su conservación, con su actual volumetría y respetando al fachada de Timoteo Calvo. Señala que su puesta en valor es «absolutamente compatible con una aprovechamiento razonable de las dos edificaciones».

El futuro de las caballerizas es incierto. El PEP abre la puerta al derribo del mismo y su sustitución por un edificio de nueva planta, que paradójicamente quedaría integrado en el BIC del Palacio de Escrivà.