Una mezcla de veteranía e inexperiencia conformaba ayer el tradicional «paseíllo» que conduce a la Senyera, expuesta como todos los años en el imponente escenario del Salón de Cristal del Ayuntamiento de Valencia. Entre los fieles a la cita, Mariano García, vecino de El Carme. «Recuerdo de pequeño venir siempre con mi madre, que era de les Alqueries y acudía siempre que podía», explica Mariano, que se ha traído consigo a dos amigas, Inma y Bea. Después de inmortalizarse con la bandera, y para no perder la costumbre, cuelga la imagen en el facebook. No es el caso de María Ferriols, que se estrena. Ha aprovechado su visita a Valencia — es de Benetússer—, para entregar un currículum y fotografiarse con la Senyera. Viene con su pareja dese hace cuatro años, David Mora, un andaluz que hasta se arranca con un valenciano muy respetable.

Mora, aunque natural de Cádiz, sabe perfectamente qué representa el estandarte expuesto al fondo de la sala y conoce la historia de Jaume I y lo que significa para Valencia. «Hemos venido a curiosear un poquillo», confiesa Mora, mientras Ferriols asegura que por su condición de valenciana, le apetecía «comprobar lo que tanta gente viene a ver año tras año». Mientras, dos señoras que a la legua se intuyen hermanas, recogen sendos folletos explicativos y se unen a la cola. Son Carmen e Isabel Taso, ambas de Valencia ciudad. «Venimos muy ilusionadas a ver la Senyera, y mañaña (por hoy) iremos a presenciar cómo la bajan y al desfile posterior, claro que sí», certifican casi al unísono. La mayoría de los que se han acercado no pierden de vista a la alcaldesa, Rita Barberá, que en un lateral ha improvisado una rueda de prensa con los periodistas tras inaugurar la exposición. A unos metros está el concejal socialista Salvador Broseta, el encargado de portar hoy la bandera.

También hay quien se acerca con el ánimo de cumplir una promesa, o al menos lo que un día fue intención. Es el caso de dos amigas, una de Alginet y otra de Carlet, Hortensia Dalmau y Aida Rodrigo. «Siempre hablaba con mi marido de que el día que se jubilara vendríamos en el 9 d’Octubre a ver la Senyera», lamentaba la primera, explicando el fallecimiento de su cónyuge sin haber conseguido tal propósito. «De pequeña venía mucho», rememora.

Desde Miami

Si alguien contrasta en la fila son unos estudiantes, muy jóvenes, con aire extranjero pero que se expresan en un potente castellano. «Somos de Miami», aclaran Yasman, Natalie y Nate. Están en Valencia de intercambio y se marcharán en diciembre. Estudian Negocios y Psicología. Conocen a la perfección la historia de Valencia y además valoran que se mantenga «este tipo de tradiciones». «En otros países todo esto se olvida», explica Natalie. Los actos conmemorativos no se los piensan perder, «y mucho menos los fuegos artificiales de esta noche (por ayer)». Hay mucho turista, también, que en realidad llega atraído por el reclamo de la muestra pictórica de Joaquín Sorolla, José Benlliure y Cecilio Pla.