Los vecinos de l'Eixample, en obras estas semanas tras anunciar el Ayuntamiento de Valencia varias reformas de distintas calles que unen Colón con las grandes vías, pidieron ayer al consistorio que entierre los cables que surcan las fachadas en las nuevas zanjas que se abrirán para canalizaciones. Además, propusieron la retirada del carril bici contemplado en la calle Isabel la Católica, innecesario si la vía tuviera una velocidad máxima de 30 kilómetros por hora. Son las propuestas que salieron de la reunión celebrada el pasado jueves por la tarde en el Colegio de Arquitectos entre un grupo de profesionales que lamentan que el consistorio no haya pedido opinión a los vecinos y los propios habitantes del barrio.

La sesión, dirigida por los profesionales Pilar Ferreres y José Luis Gisbert, fue la oportunidad que muchos vecinos esperaban para solucionar sus dudas con respecto al proyecto de reurbanización de esta zona del centro de la ciudad, que el consistorio ha emprendido este año. «Preguntaron por muchas cosas porque nadie les había escuchado hasta el momento», explicó ayer Gisbert.

Una de las dudas que más se repitieron en el Colegio de Arquitectos fue la de por qué el ayuntamiento no ha querido instalar árboles en las calles a reurbanizar. «Sí se puede, es falta de voluntad política», explicó Gisbert. También preguntaron por el tamaño de los bordillos y por la distancia entre imbornales. Los arquitectos responsables del proyecto «Playa Pizarro Playa Hernán» lamentaron que los vecinos tuvieran que lanzar esas propuestas en un espacio ciudadano preparado por profesionales del barrio y no ante el propio Ayuntamiento de Valencia. «Los técnicos tenían que haber escuchado a los vecinos y luego intentar incorporarlas al plan», indicó Gisbert.