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Era todavía una niña cuando Empar Barrón le dijo a su madre ante el paso de la Cofradía del Santo Sepulcro por las calles del Cabanyal: «De esa cofradía quiero ser yo. Me gusta el traje que llevan». Había acompañado a su madre en las procesiones y había ido arraigando en ella la devoción por la Semana Santa Marinera. Más tarde, cuando la cofradía instaló sus sede debajo de su casa se inscribió en ella y participó de la fiesta que tanto admiraba, recorriendo las calles del Marítimo que la vieron crecer. Allí estudió y fue muy querida por su carácter alegre y participativo.

Desgraciadamente también fueron las calles del barrio marinero escenario de su asesinato en 2013 a manos de su obsesivo exnovio. La vida de Empar se apagó a los 26 años, víctima de la lacra de la violencia machista. Juan Antonio viajó desde Murcia a Valencia con un cuchillo que había comprado dos días antes y la apuñaló varias veces en plena calle. Fue inmovilizado por un vecino cuando huía del lugar del crimen, por el que pagará 23 años de prisión.

Ayer su barrio y la comunidad de la Semana Santa Marinera que tanto admiraba le rindió un homenaje, convirtiendo su recuerdo en una estatua en el jardín de la calle Martí Grajales, junto al Mercat.

Como explicaron ayer los familiares y el presidente de la Junta Mayor, Francisco Carles, con esta estatua pretenden recordar a Empar Barrón, pero también convertirla en el símbolo de la celebración más arraigada del barrio.

Símbolo de la Semana Santa

Según Carles, «en otras ciudades se han creado monumentos a su Semana Santa, y nosotros hemos querido que sea ella quien la simbolice». Y es que en la escultura Empar va vestida de la «Rosa Mística», figura bíblica que representó la joven en la fiesta. Esa misma vestimenta ha sido donada al museo festero por parte de la familia. Tras su asesinato, los miembros de la Semana Santa Marinera sopesaron la idea de realizarle este homenaje y consultaron a la familia de Empar, que dio el visto bueno y facilitó varias fotografías, una de ellas la que ha servido de modelo a Jose Vivó, autor de la obra. Profesor de Bellas Artes de la Universitat Politècnica de València, Vivó ha realizado esta escultura de forma totalmente altruista. Ayer, en la inauguración que tuvo lugar al mediodía, la madre de Empar, del mismo nombre, agradeció el esfuerzo personal al artista, señalando que de unas simples fotos había salido «una estatua de gran belleza».

En el acto además de la madre de la víctima, estuvieron su padre y su hermano. También acudieron numerosos vecinos, miembros de las cofradías y el presidente de la Junta, Francisco Carles, además de diversos concejales del Ayuntamiento de Valencia, que ha facilitado el espacio y un pedestal para la escultura. Así, acudieron Ana Albert, edil de Bienestar Social; Franciso Lledó responsable de Fiestas; además de Isabel Dolz y Pilar Calabuig, del grupo municipal del PSPV, y Pere Fuset de Compromís.

En el acto de inauguración participó la banda de cornetas y tambores El Canyamelar, que interpretó la marcha procesional «Por siempre a tu lado», dedicada a Empar y cuyo autor es Rubén Vela.

«Es un orgullo»

«Para nosotros es un orgullo muy grande que Empar represente a la Semana Santa Marinera», señaló a este diario la madre de Empar. «Cuando se ha descubierto la escultura ha sido una sensación muy extraña...Quería sentir a mi hija», explicaba la mujer sobre el gesto que había realizado al acariciar y besar el rostro de la escultura. «Ayuda a llevar la tristeza porque la tienes ahí presente, no es lo mismo que ir a llorar siempre al cementerio a una lápida», añadía.

Como reconocía Empar, las heridas no han cicatrizado, ni mucho menos. Pero al menos, se sienten orgullosos y queridos por un barrio que quiere recordar a una mujer a la que el odio machista le arrebató toda la vida que tenía por delante.