El ocho por ciento de las víctimas de la violencia machista en la ciudad de Valencia el pasado año fueron adolescentes con edades comprendidas entre los 16 y 20 años, y en el caso de los agresores, un 20 % tenía entre 21 y 30 años. Estos son algunos datos del informe del Grupo de Ayuda de los Malos Tratos (GAMA) de la Policía Local de Valencia que ayer ofreció la concejala de Protección Ciudadana de Valencia, Sandra Gómez. El informe recoge que durante el pasado año se dieron 1.194 órdenes de protección, de las que 953 fueron por violencia machista y el resto, por casos de amenazas o coacciones de personas con las que no tenían relación de parentesco.

De las 953 órdenes de protección se analizaron 846 perfiles criminológicos, que concluyen que ha habido un aumento del número de denuncias entre las mujeres más jóvenes «lo que evidencia que hay que trabajar las primeras relaciones sentimentales», ha indicado Sandra Gómez.

La edil avanzaba que se trabaja por primera vez en dar clases de relaciones afectivas y de igualdad en centros de educación primaria y secundaria, cursos ofrecidos por policías locales a los que ya han accedido unos 400 alumnos. El informe también señala que el 34 % de las víctimas de violencia de género tienen entre 31 y 40 años, y otro 23 % entre 41 y 50 años. En esta última franja, según Gómez, es cuando la violencia de genero «está más arraigada y permanece más oculta».

Respecto a los agresores, el 39 % tenía edades comprendidas entre los 31 y 40 años, y otro 20 % entre 21 y 30 años, una cifra «alarmantemente alta, que nos hace ver que en las nuevas generaciones determinadas actitudes en las relaciones sentimentales siguen muy arraigadas».

Respecto a la situación económica, el informe señala que el 52 % de las víctimas no trabaja ni recibe un subsidio, y un 35 % si tiene un puesto de trabajo y es independiente, según Sandra Gómez, que indica que, en el caso de los agresores, el 46 % no tiene trabajo ni recibe prestación. En cuanto al parentesco, el 58 % de los casos tiene una relación de pareja o convive con su agresor, una cifra «coherente» porque este tipo de violencia donde tiene mayor incidencia es en el ámbito doméstico. El caso de las exparejas supone el 21 % de los casos totales. Además, el 17 % de las agresiones se produjeron en espacios públicos y un 44 % en el domicilio común de la víctima y el agresor.

En cuanto a la nacionalidad, el 62 % de las víctimas son españolas y el 61 % de los agresores también de nacionalidad española. El resto son inmigrantes. «Las mujeres, niños y las familias sufren mucho y hay que hacer algo para atajar esta problemática», manifestaba Gómez.