La Marina Real Juan Carlos I ha sacado a licitación pública el servicio de vigilancia del recinto por un plazo de 127 días, sin posibilidad de prórroga, y con un presupuesto de 125.000 euros. Esta es la primera consecuencia del encuentro que mantuvieron la semana el secretario de Estado de Administración Pública, Antonio Beteta, y el alcalde de Valencia, Joan Ribó, para limar tensiones y desbloquear la gestión de la marina. Beteta visitó la ciudad la semana pasada, coincidiendo con las fallas, para escenificar „después de varios meses de desencuentro„ el apoyo del Gobierno al consorcio, de que forma parte junto con el Ayuntamiento de Valencia y la Generalitat.

Más lejano parece el acuerdo para resolver los problemas de la deuda con los bancos que lastran la gestión de la marina real, cuyos ingresos se encuentran embargados por impago de una póliza de crédito de 60 millones de euros para cubrir intereses del crédito principal de casi 400 millones de euros de las obras de la Copa del América.

Como se ha publicado, el alcalde y presidente del Consorcio, Joan Ribó, convocó un consejo rector para licitar los contratos de vigilancia y mantenimiento. El Gobierno se negó a aprobar la licitación y reclamó el nombramiento de un nuevo director general „puesto sin cubrir desde la dimisión de Pablo Landecho en mayo del año pasado„ con competencias de contratación. Ribó nombró hace dos semana un nuevo director general, Vicent Llorens, experto en revitalización de zonas urbanas.