El Ayuntamiento de Valencia ha iniciado ya los trabajos para proceder a la restauración y puesta en valor del refugio de la Guerra Civil existente en el edificio consistorial de la plaza del Ayuntamiento con la elaboración de un estudio mural y estratigráfico del recinto para evaluar el estado actual de los elementos originales de la construcción y encontrar evidencias de su uso inicial ocultadas por años de reformas. El refugio del edificio consistorial es uno de los cerca de 300 que se calcula existen en toda la ciudad, según un informe elaborado por el arquitecto y ex decano del Colegio Territorial de Arquitectos, Francisco Taberner. Este estudio señala la existencia del refugio del ayuntamiento, sin embargo, su existencia era desconocida por muchos trabajadores de la «casa gran». Estos sótanos, a los que se accede desde el zaguán donde actualmente están las cocheras del ayuntamiento, han funcionado en los últimos años como archivo de documentación y expedientes administrativos.

El refugio se encuentra en el patio interior del ayuntamiento. Según la documentación existente en el Archivo Municipal su proyecto se generó en enero de 1938 para acoger a cerca de 700 niños de un grupo escolar que había en el mismo consistorio y, posiblemente, a los funcionarios que trabajaban en aquel momento en el edificio. Todo apunta a un periodo de funcionamiento del refugio entre finales de aquel año y principios de 1939.

La concejala de Cultura, Glòria Tello, enmarcó ayer la intervención dentro de las acciones programadas para el 80º aniversario de la capitalidad de la República. Tello destacó «la importancia de recuperar la memoria democrática de la ciudad de Valencia» y explicó que a partir de los estudios murales se valorará cuándo se puede abrir al público el refugio.

Durante los trabajos realizados se han localizado ya elementos propios del refugio como era la pintura roja original en las paredes de los accesos, las bóvedas enlucidas o los sistemas de ventilación de las estancias. Todos estos elementos servirán para optimizar el proyecto de restauración del refugio y su puesta en valor.

La Concejalía de Cultura ha anunciado en esta misma línea la recuperación de otros dos refugios de la Guerra Civil que hay en la ciudad. «Estos refugios tienen un importante valor patrimonial que queremos recuperar con esta actuación y forman parte de la historia de nuestra ciudad y por eso los queremos abrir a la gente», destacó Tello. «A diferencia de lo que pasaba con el PP, este equipo de gobierno no quiere esconder la historia por eso rehabilitaremos y abriremos estos espacios a la ciudadanía».

El catálogo de bienes de la revisión del PGOU, aprobado durante la pasada legislatura, incorpora 32 nuevas zonas de vigilancia arqueológica, que se suman a las nueve delimitadas hasta 2006. Entre las nuevas áreas se incluye una específica para los refugios de la guerra que incluye el de la calle Alta-Ripalda, el de Serrano-Palomino y el de la calle la Espada, el existente en la plaza Condes de Pestagua y los que han sobrevivido en bastante buen estado de conservación en los colegios de las Trinitarias, Luis Vives, Jesús y María, Padre Huérfanos y Balmes. Este último también se declara Bien de Relevancia Local, junto con el edificio de la Tabacalera y la Cárcel Modelo. El autor del estudio de los refugios propuso la recuperación de una parte de los mismos, los considerados más representativos. En la pasada legislatura, cuando aparecieron varios refugios durante obras como la de la T2, el PSPV pidió sin éxito la protección genérica de los refugios antiaéreos de la ciudad, muchos de ellos documentados pero ocultos en edificaciones posteriores.