Se suman reacciones a la posibilidad de pasar la fiesta de San Vicente mártir del 22 de enero a domingo, independientemente del día de la semana que caiga, después de que el alcalde Joan Ribó sugirió que ese día festivo podría trasladarse a otra fecha en la que fuera mejor aprovechado y no quedara diluido tras la Navidad.

Verónica Auxina, de la Asociación de la Pila de San Vicente -organizadora del Bautizo- no está de acuerdo. «Imagínate que tu cumpleaños te digan que aunque caiga lunes, lo celebraréis domingo, ¿te gustaría? No, te gusta celebrarlo el día que es», apunta como ejemplo. «Pienso que no debería tocarse. No es una fiesta multitudinaria, si de lo que se trata es de mantener la tradición, yo creo que el propio día de San Vicente es en el que debe seguir festejándose», afirma sin dudar la mujer.

La presidenta de la asociación, María Manglano, recalca que San Vicente «nació un 22 y fue bautizado un 22».

Por otro lado, Juanjo y Pepe de Burjassot, que vinieron a Valencia para presenciar la procesión, se mostraron divididos. Por una parte uno opina que es «innecesario» porque siempre es festivo en Valencia. Pero, también consideraron que quizás si «fuera siempre domingo, podrían disfrutar de la festividad los valencianos de otros municipios», más allá del cap i casal.

El delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues, cree que este tipo de decisiones exigen «el más amplio consenso», un consenso que considera que «aparentemente no existe» por lo que no se muestra «partidario de tomar decisiones sin concordia ni consenso en un asunto de tanta relevancia». Por tanto, al Ayuntamiento le quiso trasladar ayer «prudencia a la hora de abrir polémicas y debates que no nos llevan a ningún sitio y lo único que hacen es dividir. Antes hay que hablar con todas las partes implicadas».

Presencia de políticos

El delegado del gobierno destacó que es una fiesta «en la que hay que estar» porque «respetamos y valoramos nuestras creencias, nuestra historia y nuestra tradición» y aseguró que se trata de una celebración en honor a «una figura emblemática y representativa para todos los valencianos».

A la misa en la Catedral que celebró el cardenal Cañizares, además de Moragues, también asistieron concejales de los grupos del PP y Ciudadanos, y Juan Cotino, expresidente de las Corts.

También estuvieron presentes otros representantes del poder, en este caso militar, como Enrique Zafra, comandante de Marina de Valencia, y el comandante militar, Vicente Ripoll.

El concejal de Fiestas, Pere Fuset, presenció una pequeña parte de la procesión «como espectador» y se sumó a la celebración de la festividad de la Asociación de San Vicente mártir. En esta parroquia, después de la misa, celebraron porrat, tabalà y mascletà.