Los temporales registrados este invierno no han dejado destrozos solo en las playas. Las barandas acristaladas de la primera planta del Veles e Vents se rompieron hace varias semanas como consecuencia del último temporal. El viento y la lluvia arrastraron el mobiliario instalado en la terraza para la celebración de un evento impactando con violencia en las barandas acristaladas y rompiéndolas.

Tras el incidente la empresa cervecera que gestiona el edificio en régimen de concesión dio parte al seguro que, en estos momentos, está tramitando el siniestro, explicaron fuentes de la concesionaria. Para evitar daños a los visitantes y usuarios de este edificio singular, diseñado por el arquitecto David Chipperfield para la Copa del América, se ha acordonado el perímetro de la zona dañada y se impide el acceso a la primera planta. Algo que ha llamado la atención de las personas que han visitado durante el fin de semana, coincidiendo con la celebración de las Fallas, este enclave.

Heineken España y La Sucursal se adjudicaron en 2016 por un periodo de siete años el arrendamiento y explotación del emblemático edificio Veles e Vents. Los adjudicatarios están pagando 360.000 euros anuales por el arrendamiento de un espacio en cuya construcción se invirtieron 35 millones de euros. El icónico edificio de amplias terrazas, con suelos de madera de teca, volcadas al canal y de color blanco tiene un elevado coste de mantenimiento. El arquitecto que lo diseñó ya aseguró en su día que los acabados del edificio eran basura («rubbish») debido a las prisas por construirlo.

La cervecera y sus socios se han comprometido a asumir el mantenimiento del edificio y ya han realizado obras de mejora en el Veles e Vents por importe de 1,7 millones de euros. Los adjudicatarios se comprometieron a invertir en el tiempo de concesión 5,5 millones de euros. La intención de los concesionarios es crear un espacio ligado a la cultura y la alta gastronomía. Los concesionarios han puesto en marcha en la planta baja un restaurante con Javier Andrés, una estrella Michelin, al frente. En el edificio también hay una cervecería y una zona para exposiciones y eventos culturales. En la última planta está prevista la apertura de otro restaurante.