La construcción del Anillo Ciclista no solo tenía como objetivo favorecer los desplazamientos en bicicleta en la ronda interior, sino que se convirtiera en una infraestructura clave para el cambio de la movilidad en el perímetro del centro histórico. Pacificar el tráfico, reducir la contaminación y lograr un entorno más sostenible estaba en el ADN del proyecto, quizá el más importante del Govern de la Nau.

Pero los datos son los únicos que podían corroborar las buenas intenciones. El tráfico rodado en la ronda interior ha caído casi un 10 por ciento tras la puesta en marcha de los nuevos tramos de carriles bici que rodean Ciutat Vella, aunque quizá la reducción más significativa es la que se ha producido en la calle Colón, donde la bajada supera el 15 por ciento.

Para conocer el impacto de la construcción del Anillo Ciclista en el tránsito, la concejalía de Mobilitat Sostenible comparó los datos de intensidades diarias de tráfico de los tres últimos años en un periodo de aproximadamente un mes, los 17 días laborables comprendidos entre Fallas y Pascua de 2015, 2016 y 2017. Se evitan los periodos festivos, donde el flujo de vehículos no es real. Así, las cifras demuestran que en el mismo periodo de este año y ya con el Anillo Ciclista en marcha, circularon de media un 9,62 por ciento menos de vehículos que en 2016.

El tráfico se reduce en todo el perímetro de la ronda interior. El tramo donde más ha disminuido la circulación es en la calle Colón, con una caída del 15,22 por ciento, que en número de coches se traduce en casi cuatro mil vehículos menos. Le sigue Xàtiva con una bajada del 11,18 por ciento, mientras que en Guillem de Castro y Blanqueries-Conde de Trénor la rebaja es de más de 9 puntos. En cambio, en la zona Pintor López y la Plaza Tetuán se queda en un -2,72 %.

La concejalía de Mobilitat Sostenible advierte de que en los datos de Guillem de Castro de 2017 faltan varios puntos de medida del paso de vehículos porque se encontraban de baja por las obras de ejecución del carril bici de la ronda interior. Con todo, la tendencia del resto de los tramos se corresponde con la bajada generalizada del tráfico.

Es importante destacar que la reducción de tráfico en la ronda interior experimentada en 2017 pone freno a la tendencia alcista de 2016. La lenta recuperación económica ha tenido efectos sobre la circulación, ya que en general se usa más el vehículo privado que en los años de crisis. Así, de 2015 a 2016 el número de coches aumentó de media un 1,81 por ciento en todo el perímetro del centro histórico, por lo que las cifras de 2017 no sólo mejoran los datos recogidos en 2016, sino también en 2015.

¿Si circulan menos vehículos se produce una menor actividad comercial? Según la concejalía de Mobilitat Sostenible no, ya que el descenso de coches no tiene nada que ver con este parámetro, ya que lo que se ha conseguido con esta medida es que disminuya el denominado «tráfico oportunista», aquel que utilizaba el perímetro de la ronda interior como atajo para acceder a otras zonas de la ciudad. «Es una manera de democratizar los flujos de la circulación, que ahora se reparten mejor por el resto de la ciudad», aseguran desde el área que dirige Giuseppe Grezzi.

Precisamente, el concejal de Compromís considera que las cifras de intensidades de tráfico son un síntoma de que València avanza hacia una ronda interior «más humanizada y pacificada». «Estamos mejorando de manera decidida la accesibilidad en el entorno del centro histórico. Con más espacio para el viandante a través de aceras más anchas y con más libertad para que los ciudadanos puedan elegir como moverse, con el Anillo Ciclista, que ya es el más utilizado del 'cap i casal'. Además, todo esto nos aporta una clara mejora medioambiental para la ciudad», recuerda el edil de Mobilitat Sostenible.

Mandan los peatones

A la reducción de la intensidad del tráfico de vehículos motorizados se suma la gran aceptación que ha tenido el Anillo Ciclista en su primer mes de funcionamiento, ya que se ha convertido en el carril bici más usado de la ciudad, con picos de 2.300 usuarios diarios en la calle Xàtiva.

El ayuntamiento también pretende reforzar su apuesta peatonal en la ronda interior y recuerda que no solo es la opción de desplazamiento más usada por los valencianos, sino que en tramos como el de la calle Xàtiva se llegó a contabilizar el paso de 45.000 viandantes el 14 de noviembre de 2016.