Los tres pavos reales del Jardín de Viveros volvieron a campar a sus anchas entre los visitantes, o al menos mediante pequeños paseos. Eso es lo que pudieron ver los vecinos y turistas ayer en el jardín, después de que al parecer uno de los animales escapara del nuevo espacio que como publicó este diario el ayuntamiento había instalado para tenerlos confinados.

Algunas personas no dudaron pues ayer en realizar fotos a estas aves, que en otros parques de España sí viven sueltas entre los visitantes. Estas aves eran propensas a salir del reciento de Viveros, lo que en los últimos años ha provocado más de un susto en la vía pública y molestias en el vecindario próximo, ya que emiten un canto agudo y muy fuerte.

Además durante las últimas obras de reurbanización del entorno los animales se paseaban entre las máquinas con el peligro que conllevaba para ellas y los operarios.

Por ello en junio la concejalía de Desarrollo Urbano llevó a cabo la construcción de un cerramiento para los animales, con el objetivo de que no salieran a la vía pública.

De este modo, se colocó una gran red cubriendo un espacio circular de 90 metros cuadrados y otros 8 metros de altura. Estas aves son el último recuerdo en estos jardines del antiguo zoo que fue demolido recientemente para ampliar el parque.