La Conselleria de Cultura y Patrimonio apunta al Ayuntamiento de València como único responsable para decidir sobre el futuro del cine Metropol. En el informe elaborado tras la inspección realizada este verano al edificio, los técnicos de la conselleria coinciden con los municipales en que no se trata de un Bien a proteger, tal como siempre ha defendido María Oliver, concejala de Patrimonio (València en Comú). Oliver, que además es arquitecta, ha venido argumentando «que técnicamente no tiene valor patrimonial». Conselleria ya ha remitido el informe al ayuntamiento y le señala que «como competente en la realización o modificación de los Catálogos de Bienes y Espacios protegidos de la ciudad, debería realizar un estudio sobre los valores arquitectónicos y culturales del edificio y pronunciarse sobre la necesidad de incluir el edificio en el Catálogo del municipio». Algo que no es vinculante, según fuentes municipales.

Desde la Conselleria se reconoce que en «una primera aproximación al edificio situado en la calle Hernán Cortés n.º 9 no se han encontrado valores arquitectónicos singularmente destacables para ser considerado Bien de Relevancia Local». Acto seguido, apostilla que, no obstante, «se recomienda el mantenimiento de las líneas compositivas generales de la fachada, así como de los elementos con valores históricos, tales como la singular decoración y tipografía del letrero del cine». Alcanzado ese punto, desde Patrimonio recuerdan que el tipo de letra que se aprecia en el cartel de la fachada «es similar a la utilizada en otros edificios de la II República como los refugios antiaéreos de la Guerra Civil».

Ahora será la concejalía de Desarrollo Urbanístico quien deberá pronunciarse al respecto, pues es la que aprobó la demolición del inmueble. Los propietarios solicitaron hace meses permiso para derribarlo y tenían previsto construir un hotel. El edil socialista Vicent Sarrià nunca ha cerrado la puerta a proteger «parcial o totalmente», los elementos «que se consideren de más valor o relevantes». Colectivos como Antonio Marín, de la asociación Constantí Llombart y César Guardeño, de Círculo por la Defensa y Difusión del Patrimonio Cultural, vienen defendiendo desde hace meses la necesidad de salvar el Metropol, pese a las reticencias municipales. El Síndic de Greuges instó hace unas semanas tanto a la conselleria como al ayuntamiento a cumplir la Ley de Patrimonio Cultural Valenciano, « y que se valore técnicamente la procedencia de declarar el Metropol como bien de relevancia local».