El delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Moragues, y el responsable de Infraestructuras Periféricas de la Vicepresidencia del Gobierno han visitado esta mañana las obras de rehabilitación del Palacio del Temple coincidiendo con el inicio de la que se espera sea la última fase de la obra, que empezó a gestarse allá por el año 2007. Se trata de la rehabilitación de las fachadas interiores de este Monumento Nacional, cuyo coste final será de 1,3 millones para un plazo de jecución de 8 meses. Eso significa, según Moragues, que las obras podrían estar terminadas a final de año y en 2019 devolver las instalaciones de la Delegación del Gobierno "a su casa". No volverá la comisaría de policía que había en la calles dels Mestres, pues allí se instalará ahora el registro y el servicio de información.

Durante la visita, los técnicos han explicado que la fachada principal, pese a no necesitar restauración, sí será limpiada en su integridad, incluido el saneamiento de cornisas.

Se ha aprovechado también la visita para visitar los restos de la muralla islámica que en su día obligaron a paralizar la obra y que ahora han sido integrados bajo el edificio auxiliar de nueva construccion levantado en la parte trasera del patio. Los restos y el claustro del edificio serán visitables.

La obra en su conjunto saldrá por unos 10 millones de euros y permitirá convertir un edificio histórico en un centro de trabajo con todos los servicios actuales.