Es media tarde y acaba de anochecer, nos acomodamos a una mesa en uno de los garitos del barrio de Ruzafa para probar la nueva cerveza que acaban de sacar los chicos de Zeta Beer, la pequeña Compañía Cervecera ubicada en el término municipal de Alboraya. Se trata de una cerveza negra, por lo que perfectamente nos puede servir de merienda. Aquí las llamamos así habitualmente, pero realmente es una «porter», un estilo de cerveza de origen inglés cuyo nombre viene de los porteadores que descargaban las mercancías en los mercados londinenses y los muelles portuarios durante el siglo XVIII. De estas cervezas sus elaboradores distinguían las que habían hecho con mayor fortaleza y consistencia y las llamaron «stout» (stout porters), una especialidad que al final acabaron haciendo célebre los irlandeses. Otra versión son las porter de los países del entorno del Mar Báltico, las «Baltic porter», dentro de cuya clasificación se puede catalogar la BlackBell de Zeta Beer. Eran tradicionales en Estonia, Lituania, Polonia, Rusia y Finlandia, países donde elaboraban estas cervezas con mayor contenido en alcohol de lo que era habitual y ligero dulzor, un estilo que resurgió tras la caída del Telón de Acero.

Manuel Fuentes, maestro cervecero responsable de la cocina de la compañía cervecera de Alboraya, la elabora con cinco tipos diferentes de malta, lúpulo Perle y levaduras German Lager. Hacia el final de la fermentación del mosto resultante de la cocción de las maltas se añade en frío café molido, un arábica de Etiopía tostado ligero por Bluebell Coffe, joven empresa que ha recuperado la tradición artesanal de los pequeños tostaderos en Valencia.

Al verter la BlackBell en el vaso se aprecia su color marrón oscuro con buena formación de espuma, que se mantiene persistente. Presenta un aroma intenso, a torrefactos, café, vainilla, caramelo. Tiene cuerpo, es sedosa, de fortaleza media, licorosa, con leve amargor que equilibra la sensación de especias dulces. Es amable en el paladar, fácil de beber y sin estridencias. Genial su combinación con tarde de chocolate y con frutas escarchadas.

Por otra parte, se da la circunstancia de que la cervecera acaba de anunciar su acuerdo de colaboración con la distribuidora hispano-belga Bierwinkel, también con sede en Valencia. El primer objetivo que se plantean es llegar a todos los bares y restaurantes de Valencia, aunque sea con pequeñas cantidades y aunque tengan contratos de fidelización firmados con las grandes cerveceras, ya que cualquiera de estos establecimientos puede vender un veinte por ciento de su facturación por este concepto de otras marcas.