Sindicatos a las órdenes del Gobierno

Patricio Simó

Patricio Simó

Hace mucho tiempo que los sindicatros dejaron de servir a la clase trabajadora para erigirse en el altavoz del sanchismo. Este Primero de Mayo tuvimosde nuevo la oportunidad de comprobarlo con mensajes más propios de dirigentes políticos que de agentes sociales.

Discursos que tenían más que ver con la situación política del momento, con menciones a los jueces que de la defensa de la clase trabajadora.

En la manifestación del 1 de mayo se pudo ver a muchos ministros socialistas y también a la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz que reivindicó reducir la jornada laboral, con el mismo salario. Una propuesta rechazada de plano por la patronal empresarial porque uno de los principales problemas de nuestra economía y de nuestro tejido empresarial es la baja productividad.

Se ha perdido el diálogo social que permitía llegar a acuerdos entre los agentes sociales, como ocurrió con la reforma laboral, pactada con los sindicatos y la patronal. La subida del SMI, que los empresarios estaban dispuestos a negociar se hizo por imposición de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.

Los sindicatos que en su momento jugaron un papel fundamental en muchas empresas a través de los convenios colectivos, mejorando la situación laboral de los trabajadores se han convertido en un instrumento al servicio del Gobierno.

La afiliación sindical está en mínimos, pero no es un fenómeno  que afecta solo a España. Una tendencia que se repite en Europa. Si deben financiarse únicamente por la cuota de los afiliados o recibir dinero del Estado, como ocurre ahora, es un debate que debe abordarse.

Un síntoma de su dependencia del Gobierno de Pedro Sánchez es la ausencia de movilizaciones sociales que sí que las ha habido con gobiernos de la derecha y también durante los gobiernos de Felipe González, donde sus dirigentes sindicales Marcelino Camacho y Nicolás Redondo  convocaron cuatro huelgas generales, todas ellas bajo gobiernos de Felipe González.

¿No existen motivos ahora para que los sindicatos salgan a la calle, como lo hacían antes cuando nuestro país está a la cabeza en la tasa de desempleo respecto a nuestros socios europeos, no digamos ya entre los jóvenes, continúa la precariedad laboral y los sueldos son bajos, pese a la reforma laboral?

¿Estarían callados los sindicatos ante esta realidad, si gobernara el PP en España?

No hubo movilizaciones contra el gobierno de Pedro Sánchez cuando la inflación superó los dos dígitos, la cifra más alta desde 1985 y llenar la cesta de la compra era un verdadero problema para muchas familias que no podían llegar a fin de mes.

Parece que estos problemas solo afloran cuando gobierna la derecha. En Valencia cuando no se cumple aún un año de gobierno del popular Carlos Mazón, los sindicatos ya han anunciado movilizaciones para el próximo 23 de mayo en contra de las políticas educativas del Consell. ¿Casualidad?