He escuchado hasta la saciedad al presidente Mariano Rajoy decir que el Estado tiene mecanismos suficientes para parar la declaración de independencia en Cataluña, pero lo cierto es que el Parlament ya se ha pronunciado al respecto y el Gobierno todavía no ha movido ficha.

No entiendo qué más tiene que pasar en este país para que el Gobierno tome la iniciativa de una vez por todas y ponga fin a este despropósito secesionista ilegal, que pretende saltarse las leyes, y hacer caso omiso a lo que diga el Tribunal Constitucional.

El Gobierno ha sido muy timorato, incluso, condescendiente con la deriva nacionalista que se avecinaba, dejando que el asunto se resolviera por sí solo y no poniendo los medios para evitarlo.

¿Se imaginan lo que nos pasaría, si a alguno de nosotros se nos ocurriera saltarnos las leyes que consideramos injustas?

Yo no me atrevo a calificarlo de golpe de Estado encubierto como algunos han dicho, pero sí de un acto profundamente obsceno, temerario, antidemocrático e insolidario con el conjunto del Estado.