Una familia valenciana en paro, con dos hijos a su cargo y sin ninguna clase de ingresos pedía desesperadamente ayuda en una conocida página de anuncios de internet para que los cazadores no tiren a la basura las piezas que abaten y las donen a esta familia para que puedan comer carne.

La noticia pasó casi desapercibida en las redes sociales, hasta que una conocida revista de caza, "Jara y Sedal", se hizo eco de la noticia y la publicó.

El testimonio de esta pareja es desgarrador y demuestra hasta qué punto la crisis se ha cebado con los más débiles. No estamos hablando sólo de pobreza energética. Estamos hablando de lo más elemental: No tienen para comer. Que esto esté ocurriendo en pleno siglo XXI y en España es incomprensible.

Él trabajaba de portero de una discoteca y ella de cuidadora infantil. Una pareja normal, de clase media, con un trabajo y que de la noche a la mañana se quedan ambos en el paro. Están a punto de ser desahuciados de su casa. No pueden pagar el recibo de la luz ni el agua y malviven en unas condiciones penosas con dos hijos de corta edad.

Esta es la penosa realidad que tratan de ocultar los que se ufanan en decir que hemos salido de la crisis y que España va bien.

Por desgracia en nuestro país hay todavía muchas familias que lo están pasando realmente mal. Ojalá el nuevo gobierno sea más sensible y tenga en cuenta a las personas antes que a los grandes números, que no hacen sino crear desigualdad y pobreza extrema.