La banda terrorista ETA, que a pesar del alto el fuego decretado en 2011 sigue sin disolverse y sin entregar las armas, ha hecho público un comunicado en el que condena el atentado de Bruselas y lamenta la muerte de seres inocentes porque son simples "ciudadanos".

Al parecer, los cerca del millar de muertos que asesinó ETA de un tiro en la nuca o con un coche bomba no eran simples ciudadanos. Eran otra cosa.

El guardia civil, el militar, el albañil, el concejal , el senador, el juez, el empresario ... a los que ETA arrebató la vida de una manera cobarde y ruin no eran simples ciudadanos. Para los terroristas eran escoria. Para ETA y sus adláteres todos los que no pensaran como ellos eran el enemigo y había que eliminarlos.

Habrá, sin embargo, quien se felicite porque ETA ha condenado los atentados de Bruselas y verá en ello un paso, un gesto en la normalización y en la pacificación de Euskadi. No tardaremos en oír a los podemitas y a los batasunos felicitarse por ello, como lo hicieron con la excarcelación de Arnaldo Otegui. A ver si muestran el mismo entusiasmo para pedirles a los etarras que entreguen las armas y pidan perdón a sus víctimas porque también ellos eran simples ciudadanos. Entonces sí será motivo de celebración, a pesar del enorme daño causado.