Hacienda va a comenzar a investigar a los cotos de caza mayor, concretamente a sus propietarios y a cerca de 80.000 cazadores valencianos para ver si están al corriente de sus cuentas con el fisco.

El deporte de la caza mueve cifras millonarias. Según un estudio de la Fundación para el Estudio y la Defensa de la Naturaleza y la Caza (Fedenca), dependiente de la Real Federación Española de Caza (RFEC), la actividad cinegética generó en España en 2012, 3.635 millones de euros, lo que representa un 0,4% del PIB español. Genera cerca de 30.000 empleos directos y otros 50.000 indirectos.

Sin duda, una jugosa cantidad de dinero a la que Hacienda quiere hincarle el diente. Sin embargo, me llama la atención, que en ese afán de la Agencia Tributaria por aflorar el presunto dinero negro que genera la caza, lo cual está muy bien porque con los impuestos se pagan las prestaciones sociales, se construyen hospitales y escuelas, se circunscriba exclusivamente al ámbito de la Comunidad Valenciana y no al resto del territorio español, por ejemplo, Castilla La Mancha, Extremadura o Andalucía, donde la caza es una fuente de ingresos de primer orden.