El último y macabro atentado terrorista del ISIS en Turquía ha dejado un triste balance de 50 muertos, la mayoría de las víctimas han sido niños.

Si este mismo atentado se hubiera producido en Francia o en cualquier otro país europeo, las calles estarían llenas de velas con mensajes de solidaridad, las condenas en las redes sociales con el típico logo "Je suis" hubieran sido constantes. Sin embargo, en este caso, no he visto ningún "Je suis Turquía" ni velas en las calles ni manifestaciones de condena ni nada que se le parezca.

Parece que solo nos preocupamos de las atrocidades que ocurren en el mundo cuando nos tocan de cerca. Lo hemos visto en Francia, en Bruselas, en Alemania ..., pero la respuesta ciudadana no es la misma cuando estos hechos suceden en Somalia, Irak, Siria, Turquía o Afganistán. Son seres humanos igual que el resto. No deberíamos olvidarlo.