Tras loar y poner por las nubes la recuperación de la economía española, el FMI vuelve a la carga e impone a España nuevas subidas en el IVA, recortes en educación y sanidad y que las empresas tengan mayores facilidades para despedir a sus trabajadores, es decir, despido libre.

El FMI que como otros organismos internacionales no previó la crisis, se permite la licencia de dar recetas para salir de ella.

La UE debería darse cuenta, más pronto que tarde, que las políticas de austeridad han conducido a un aumento de las desigualdades y al auge de los populismos, además, de haber sido un auténtico fracaso.

En 2017 se van a celebrar elecciones en Francia, con una extrema derecha con muchas opciones de llegar al Elíseo y de desbancar a los socialistas del sillón presidencial. Austria acaba de celebrar elecciones presidenciales y la extrema derecha de Norbert Hofer ha estado a punto de arrebatar el triunfo a los verdes. También se van a celebrar comicios en Italia, Alemania y Holanda. Hay un repunte muy preocupante, tanto de la extrema derecha como de la extrema izquierda en Europa, como consecuencia de la crisis económica.

La austeridad y los recortes sociales han hecho más fuertes a los partidos antisistema. Hay un riesgo político más que evidente, que puede cambiar por completo el mapa europeo.

Por una vez y sin que sirve de precedente, estoy absolutamente de acuerdo con el ministro de Economía Luis de Guindos, que en unas declaraciones a un medio de comunicación afirmaba, que "el riesgo político exige un giro de política económica en Europa". Ojalá, por una vez, nos hagan caso.