Durante un tiempo estuvo de moda regalar cerdos vietnamitas. Las tiendas de animales hicieron su agosto. Al principio comprarlos era muy caro, pero ahora en internet los ofrecen gratis. No sé si la moda la impuso el actor George Clooney, que paseaba su mascota como si fuera un perro, ataviado con su arnés, pero la cuestión es que se están convirtiendo en un auténtico problema. Se ven piaras enteras, rondando casas y parques, con el consiguiente peligro para la población.

En Xàbia a un vecino se le han escapado del recinto donde los tenía encerrados y unos vándalos han ido con perros a azuzarlos y a matarlos.

La gente los compra como mascotas, sobre todo, ahora en Navidad y luego los abandonan. Lo que en un principio es un lindo cerdito, luego se convierte en un auténtico jamón de jabugo, criado en la dehesa extremeña. Un cerdo vietnamita adulto puede llegar a pesar más de 50 kilos, por lo que muchas veces tenerlo en casa se convierte en un problema, pero, desde luego, la solución no es abandonarlos a su suerte.

Estos animales, aunque son muy domésticos, se adaptan muy bien a todos los hábitats y son muy prolíficos, además, de precoces. Una camada ronda los ocho ejemplares, incluso, más. Se han visto ejemplares híbridos mezclados con jabalí. El cerdo vietnamita, como ocurre con otras especies invasoras como el mapache o la cotorra argentina, terminan por desplazar a las autóctonas y generando problemas en el ecosistema.