Mientras ha habido Ayuntamientos como el de Madrid, con Manuela Carmena al frente, que se han negado a colgar una pancarta en memoria de Miguel Ángel Blanco "para no ofender a las demás víctimas", pero que no tienen ningún pudor en poner la bandera republicana en el balcón del Ayuntamiento cada 14 de abril; el Ayuntamiento de La Font de La Figuera, gobernado por Compromís y todo su pleno , al que se han sumado numerosos vecinos han guardado un minuto de silencio por el edil del PP de Ermua, Miguel Ángel Blanco asesinado por la banda terrorista ETA hace hoy 20 años.

Aquel vil asesinato perpetrado por ETA, supuso un punto de inflexión en la barbarie terrorista y las manifestaciones celebradas en toda España, también en el País Vasco, en solidaridad con Miguel Ángel Blanco fue un grito unánime de toda la sociedad española contra el terror y la sinrazón que significaba ETA. Nunca antes un secuestro y posterior asesinato había congregado a tanta gente.

No se trata como de forma torticera se ha insinuado desde algunos grupos políticos y sectores de la sociedad civil de dar preferencia a unas víctimas sobre otras. Naturalmente que vale igual la vida de un guardia civil o un militar asesinado, que la de un concejal, sea del partido que sea o la de un albañil o maestro. Esto debería estar fuera de toda duda, pero parece que para algunas personas no tanto.

En la larga trayectoria asesina de ETA, con cerca de mil muertos a sus espaldas, que tuvo su mayor virulencia entrada la democracia hubo: niños, jueces, escoltas, albañiles, militares, concejales, guardias civiles, catedráticos, taxistas, policías, amas de casa, estudiantes, empresarios, panaderos, comerciantes .... Todos sin excepción merecen ser recordados por igual.