En los próximos días van a llegar a España procedente de Francia, dos tráilers con armas y documentación de ETA, que puede ayudar a esclarecer los casi 400 asesinatos todavía sin resolver por parte de la banda terrorista ETA.

El 20 de octubre de 2011, ETA anunció el cese unilateral de la violencia, pero sigue pendiente que se produzca, lo que todos los demócratas estamos deseando desde hace tiempo que ocurra y es el fin definitivo de ETA, que pasa, necesariamente, por la disolución efectiva de la banda, la entrega de todo su arsenal y, sobre todo, el perdón hacia las víctimas, reconociendo el daño causado, en esta locura colectiva que fue el terrorismo etarra ,que dejó más de un millar de muertos y centenares de familias destrozadas.

Muchos etarras se beneficiaron de la llamada doctrina Parot y fueron excarcelados, tras cumplir parte de su condena, sin el menor atisbo de arrepentimiento.

El PNV tiene guardado un cartucho en la recámara para la aprobación de los PGE de 2018 y a parte del capítulo puramente económico, del cual ya han salido muy beneficiados frente a otras CCAA que están claramente infrafinanciadas, como es el caso de la Comunidad Valenciana, está el sempiterno tema que siempre ponen sobre la mesa de negociación, como es el acercamiento de presos etarras a cárceles próximas al País Vasco, con el que el PNV espera obtener algún tipo de prebenda por parte del Gobierno para que la política penitenciaria sea cedida al gobierno vasco y así asumir plenas competencias en materia penitenciaria, algo que no sería entendido por la inmensa mayoría de ciudadanos, pero que, sin duda, es una vieja reivindicación de la izquierda abertzale y del nacionalismo vasco. Veremos en los próximos días si se dan pasos en este sentido. Confiemos en que no.