Lo primero que hago cada mañana al levantarme para estar informado es abrir las páginas de El País y buscar la viñeta de Forges. Siempre respetuosa, nada hiriente, pero con ese punto de socarronería que las hacía muy especiales y con un punto de acidez crítica, que se echa de menos en los medios de comunicación actuales. Forges, amigo: gracias por tu humor, por hacernos pensar, por tu humor inteligente, por despertar conciencias, por hacernos reír, por tus personajes llenos de vida y de mala baba: Doña Concha, Cosma, Blasa, los náufragos, Mariano, y tantos otros que forman parte del imaginario popular y son un fiel retrato de la sociedad española, con su opulencia, pero también con sus miserias. Cada día fiel a los lectores hasta el último día de su vida. Pocas personas han concitado tantos elogios desde la derecha hasta la izquierda como el propio Forges. Gracias por haber estado ahí, y sobre todo, por habernos hecho la vida más agradable y feliz a todos nosotros. Un abrazo grande allá donde estés.