He sido muy crítico con Pedro Sánchez y con sus políticas, pero hay que reconocerle al presidente del Gobierno  que ha conseguido situar a España a la cabeza en política internacional cuando hace solo unos años estábamos en el furgón de cola. La Cumbre hispano- francesa celebrada en Barcelona, que se ha saldado con un Acuerdo de Amistad entre Francia y España pone a los dos países en una mejor situación para liderar la UE.

El hecho de que se haya celebrado en Barcelona también ha sido un acierto, aunque el president de la Generalitat Pere Aragonés se ausentara antes de que sonaran los himnos nacionales.

La buena sintonía entre Pedro Sánchez y  Emmanuel Macron es buena para la imagen de los dos países, socios y aliados que buscan estrechar  aún más las relaciones bilaterales entre ambos países, ya de por sí bastante sólidas y que permitieron durante la época más dura y terrorífica de ETA una estrecha colaboración en la lucha antiterrorista que permitió la detención y la desarticulación de muchos comandos de ETA.

Sánchez,  que representa a un partido socialdemócrata y Macron que es un liberal han demostrado que es posible llegar a acuerdos aunque ideológicamente representen opciones políticas diferentes. El presidente francés Emmanuel Macron está políticamente más cerca de Núñez Feijóo que de Pedro Sánchez, sin embargo, eso no es óbice para que haya una buena relación tanto en lo personal como en lo político.

Es importante que España tenga más peso internacional en el mundo y sus decisiones sean escuchadas después del ostracismo al que ha sido sometida, pese a ser la cuarta potencia económica europea.