No le va a resultar nada fácil al PP gobernar con Vox. No solo en Valencia, donde ya han surgido los primeros encontronazos y eso que aún no se ha constituido el Gobierno sino en todos los ayuntamientos y Comunidades Autónomas donde hayan alcanzados acuerdos de gobernabilidad. Castilla y León es un buen ejemplo de lo que nos espera, con un vicepresidente García- Gallardo que llama “imbécil” al portavoz de Ciudadanos en las Cortes de Castilla y León y que no tiene ninguna función asignada, más allá de insultar y provocar al adversario político.

En Valencia, el número dos de Vox, José María Llanos, ha afirmado que la violencia de género no existe. Habría que recordarle a este diputado que se postula como el próximo conseller de Justicia e Interior, que en lo que llevamos de año, 17 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas, y 1.201 desde 2003 año desde que se tienen estadísticas.

Hablar en esos términos en los que habla Vox sobre la violencia machista, negando la realidad, demuestra el peligro que entraña una formación como es Vox en políticas de igualdad y de defensa de la mujer.

El PP no debería dar un paso atrás en la lucha contra la violencia de género que todos los años se cobra demasiadas muertes, como para que algunos sigan negando los hechos y continúen frivolizando ante  esta lacra social.